A veces me gustaría abrazarte, decirte que todo saldrá bien y que de todo se sale. Aunque cueste, aunque duela.
Decirte que eres un tío fascinante y que estaré ahí para lo que necesites.
Incluso solo para estar a tu lado, aunque ni siquiera hablemos, y así sepas que no estás solo.
Porque verte contento me hace feliz.
Aunque no sea capaz de decírtelo. Aunque prefiera que no lo sepas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario