viernes, 12 de abril de 2024

De muertos y de amigos

Hoy he visto un vídeo en TikTok de Jordi Cruz el bueno, el de Art Attack, y hablaba de que cuando hay eventos de Art Attack no quiere preguntar por antiguos presentadores porque a lo mejor les ha pasado algo.

Yo tuve esta revelación hace tiempo, ahora mismo no sabría decir cuándo. Pero llega un momento de la vida en que tienes que asumir (y asumes) que hay gente que conociste a la que le ha pasado algo. Pueden haberle pasado muchas cosas, pero como dice la frase aquella tan barata y tan repetida en círculos "wonderful", la vida es una enfermedad mortal. O, dicho de manera más friki-científica, cuando el tiempo tiende a infinito, la mortalidad tiende al 100%.

Cuando llegas a los 40 (yo los cumplo este año, y parece que fue ayer cuando empecé el blog y tenía 19) es imposible que no conozcas a ningún muerto. Y no me refiero a la familia, sino gente de fuera de ella. Gente incluso de tu edad, o más joven; amigos, conocidos, gente con la que has salido o te has relacionado, que ya no está (que está de viaje). Y sabes que a los demás les va a pasar lo mismo, la única duda es cuándo y si estarás vivo para cuando ocurra o ya no.

En mi caso, tengo un par de contactos en redes sociales que me consta que se han muerto. No de todos te enteras por su perfil, porque claro, es bastante probable que cuando te mueras nadie entre en tu perfil a publicar que te has muerto (¿alguien sabe la contraseña del tuyo?).

Me viene a la mente un chico con el que quedé en Sanlúcar la Mayor una vez en 2017, estuve tomando algo con él y me contó que era ingeniero químico como yo, que había trabajado unos años en una fábrica en Reino Unido y que por exposición a sustancias sin seguridad había tenido enfermedades laborales que le habían provocado alguna complicación. Pocos meses después de habernos conocido su perfil dejó de tener actividad. Un chaval que encontré poco después en una app de contactos resultó ser uno de sus mejores amigos y me lo confirmó.

Me viene a la mente también un danés residente en Londres con el que hice sexting alguna vez por Yahoo Messenger (imagina el tiempo que hace de eso) y años después me dio por buscarlo en Facebook, solo para encontrar un mensaje de algún familiar diciendo que la misa por él sería no sé qué día en no sé qué iglesia.

Con casi 40 años diría que incluso me puedo considerar afortunado de no haber vivido ninguno de estos procesos en ningún amigo cercano. Y aunque temo que llegue el día que ocurra, lamentablemente soy consciente de que va a ocurrir, y de que será duro, pero no es evitable. Y por eso tienes que disfrutar de tus amigos y de tu familia lo más que puedas.