lunes, 21 de abril de 2025

Spice Girls y el elitismo musical en la familia

Hace unos meses descubrí, no recuerdo cómo, que existía un libro sobre la historia de las Spice Girls. Vi reseñas y me pareció interesante, así que lo encontré y lo he estado leyendo desde entonces.

Este retorno al pasado me ha estado trayendo muchas ideas a la cabeza, aunque supongo que no todas las plasmaré en este blog.

Ya os he hablado en otras ocasiones sobre mis gustos musicales, artistas que me gustan o me han acompañado a lo largo de la vida. Este blog tiene 21 años, así que he tenido varias ocasiones, aunque tampoco han sido muy numerosas porque, aunque oigo música muy a menudo, y tengo mis grupos y artistas favoritos, no soy fan acérrimo de nadie. Sin embargo, de más joven sí que he sido bastante fan de algunos grupos o artistas (aunque nunca de una manera exagerada).

Y esto enlaza con el grupo del que os quería hablar, las Spice Girls. La primera vez que vi a las Spice Girls fue una mañana en la tele. Los fines de semana me levantaba temprano; no es que lo hiciera expresamente para ver los dibujos, como hacían otros niños, sino que me despertaba (supongo que por la costumbre) y me ponía a ver la televisión (usualmente los dibujos). El matiz no es tan importante, pero es ese.

Y a veces no veía los dibujos, porque quizá los que estaban echando no eran los que me gustaban. La cuestión es que a finales de 1996, un fin de semana, estaba yo despierto viendo un programa de Canal + de videoclips, y apareció Wannabe, de las Spice Girls, cuando aún no eran famosísimas. De hecho, me dejaron muy impactado porque eran cinco chicas que llegaban, entraban en una fiesta llena de vejestorios y gente bien vestida revolucionándolo todo, y en menos de tres minutos se habían ido.

Fue poco después que todo el mundo empezó a hablar de las Spice Girls. Salían en todas partes, en videoclips, en anuncios, en programas de la tele. No recuerdo que se hablara tanto de ellas en el instituto, pero mis compañeras del conservatorio sí que eran muy fans de las Spice. Y con el tiempo, yo me uní a la ola. Me gustaba mucho su música, y ellas me parecían simpáticas y divertidas.

La cuestión aquí es que las Spice Girls fueron el primer grupo que me gustó por mi propio criterio. En mi casa siempre se había oído música; los fines de semana por la mañana, una vez que acababan los dibujos de la tele, se apagaba y mis hermanas o mi madre ponían la música que ellas elegían. Por eso crecí conociendo mucha música pop de los 80 y principios de los 90.

¿Y qué ocurre? Pues que en cuestiones musicales, en mi casa siempre recibí el rechazo y el desprecio de mi familia. La música que yo quería escuchar era mala, por sistema. Las Spice Girls eran (según mis hermanas) tontas y falsas, y su música no era auténtica. Laura Pausini, otra artista que me encantaba, también era tonta, pero porque era romántica, y su música era aburrida. Un par de años después me aficioné a La Oreja de Van Gogh, y eran unos niñatos tontos que además no tenían respeto por haber elegido ese nombre para su grupo. (Ya ni comento lo de que me gustara Eurovisión, porque Eurovisión era cutre). En definitiva, la música que elegían mi madre y mis hermanas se podía oír por los altavoces, para todo el mundo, pero la mía solo la podía oír yo solo y por la tarde, si me sentaba junto a la cadena de música y me ponía los auriculares.

Este destierro se hizo un poco más liviano cuando me regalaron un walkman en 1998. Al menos ya no tenía que estar sentado en una esquina del salón para poder oír mi música.

Por suerte, mi hermana más pequeña es de mi generación, y ella y yo compartíamos bastantes gustos musicales. Nos aficionamos a la radio y la música pop más o menos a la vez, y nos comentábamos descubrimientos. Fue ella quien primero me habló de Britney Spears, por ejemplo, quien durante dos años fue la artista más oída en mi habitación y en mi walkman.

Por eso, ahora que tengo 40 años y el tiempo ha dado su sitio a mucha gente, me alegro muchísimo de ver lo que han sido esos grupos que me gustaban. Es verdad que mucha de la música que oía en mi época de instituto, aunque me sigue pareciendo buenísima, no ha trascendido, porque sabemos que eso depende de miles de factores y muchos no están relacionados con lo buena o mala que sea tu música. Pero tanto las Spice Girls, como Laura Pausini, como La Oreja de Van Gogh han quedado como artistas/grupos con talento y que han hecho una importante contribución al mundo de la música pop, de una forma u otra.