Si dijera que esta ha sido una de mis peores semanas, estaría mintiendo. Sobre todo, porque es una de esas semanas de 14 días, una semana en la que casi todos los días son miércoles, salvo porque uno de esos días cierran todas las tiendas - y, además, porque mi gimnasio cierra.
Aún me quedan cinco días para que llegue el fin de semana... y a veces lo dudo.
Mañana me ponen a formar a un compañero en mi trabajo. Mal momento.