jueves, 18 de junio de 2009

El pasado siempre vuelve

(Este post originalmente se quedó en borradores. El 4 de febrero de 2016 me lo encontré y decidí publicarlo).

A veces, algo que parecía superado hace mucho tiempo, si no ha tenido un verdadero final puede manifestarse en el momento más inesperado. De la manera más inesperada. Haciendo daño mucho tiempo después de que ocurriera.


Como un accidente, en el que pierdes una parte de tu cuerpo. Una que no echas de menos hasta que necesitas utilizarla de nuevo. Y para entonces puede que ni siquiera recuerdes por qué no la tienes o cuándo la perdiste. Sólo sabes que, o bien la has perdido para siempre, o bien vas a tardar tanto en regenerarla que quizá sea demasiado tarde.


El gran dilema que se plantea es... conviene más rendirse y aceptar la invalidez o es mejor luchar y tratar de superar lo que te está invalidando?


Sólo es una reflexión, no he perdido una pierna, jajaja. Además bloguear desde el trabajo da pie a muchas pajas mentales como ésta.


Besos a todos.

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