No estoy pasando por aquí mucho últimamente, ni siquiera por mis foros, en los que entro todos los días. Es porque estoy de quedada, pero pronto volveré y os contaré todo; mañana o el miércoles haré el post resumen del año. O a lo mejor incluso lo hago después de fin de año, quién sabe, que ya nos conocemos.
Dejo este post para denotar que ayer mientras caminaba por Luis Montoto me crucé con un chaval que había sido profesor mío de alemán en la EOI. A pesar de que como profesor no fuera mi favorito (y dejémoslo ahí), me hizo ilusión encontrármelo (y no sólo porque me pusiera, jajaja!); además me pareció muy impactante encontrármelo por sorpresa en Sevilla, una ciudad de 700.000 habitantes (que no son pocos!) donde no suelo ir fijándome en la gente porque no conozco a (casi) nadie aquí.
También es verdad que, para la poca gente que conozco en Sevilla, me he encontrado a menudo con los pocos que conozco. Seis veces con diversos compañeros de trabajo y dos con mi compañero de piso, que es comprensible porque vivimos cerca.
Y esto es mucho, mucho, comparado con las veces que me cruzaba con alguien conocido en San Fernando, aun cuando he pasado allí 23 años de mi vida.
No deja de parecerme curioso, no sé. A lo mejor es una tontería.
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