Vesper horribilis

Vesper horribilis, por diversos motivos, que no explicaré aquí todos.

El más importante de todos, mi primer accidente de coche. Entraba en una rotonda, esperaba a que se quedara libre el paso de los que venían a mi izquierda y un viejo, por detrás, me embiste con su 4x4 (cuidado, que curiosamente hace unos meses ya llamé la atención sobre esta especie al volante, los viejos de Los Remedios con coches caros. Siempre me han parecido un peligro y ahora lo han corroborado).

Resultado: mi coche queda aplastado por detrás (hay fotos, pero no las tengo). A mí no me ha pasado nada, sólo tengo un ligero dolor muscular en el brazo, que supongo que se irá yendo en cuestión de días.

Hasta aquí bien, la culpa ha sido del otro y su seguro me pagará el arreglo. Pero...
- no sé cuántos días se llevará el coche en el taller
- necesito el coche para ir a trabajar todos los días, porque no hay ningún otro tipo de transporte hasta San Pablo y ninguno de mis compañeros vive en Sevilla capital para poder irme con ellos
- no conduzco cómodo. Tengo miedo. Parece una tontería, pero lo tengo. No quiero que me pase de nuevo, y no quiero que me pase algo aún peor.
- por ahora no se me abre el maletero. Vamos, que me olvide de ir a Cádiz.

No sé cómo acabará esto, pero ya sabéis que a perro flaco todo son pulgas.

PD: No soporto, no soporto la sensación de estar cometiendo un faux pas tras otro. Soy demasiado estúpido y no debería preocuparme, pero lo hago. Y no puedo dar más detalles de esto en un sitio tan poco íntimo ;)