jueves, 8 de diciembre de 2011

Nacionalista

Le pese a quien le pese, guste o no, soy nacionalista.

Soy nacionalista, porque considero que Andalucía es una nación. Tiene todo lo necesario para serlo. Tiene una identidad bien definida, una cultura propia, una historia muy característica.

Soy nacionalista porque, además de considerar que Andalucía es una nación, me identifico con sus símbolos nacionales. Porque el himno de Andalucía -el original, no el oficial- y su bandera me identifican. Y porque, por diversos motivos, me siento mucho más ligado a un granadino que a un pacense.

Creo que es importante dejarse de complejos. Conozco a mucha gente que rechaza el nacionalismo como ideología porque, al fin y al cabo, está de moda criticarlo. Pero luego se vuelven locos con una banderita rojigualda, o criticando a cualquiera que no quiera ser español, o espetando cualquier tipo de estereotipo contra los naturales de otro Estado sin tener ningún motivo. Perdonen, señores, ustedes también son nacionalistas.

Por supuesto que no todos los nacionalismos son iguales. De hecho, siempre digo que no soy patriota, no me considero patriota. La propia palabra me repugna. No considero que mi país sea mejor que ningún otro. No estoy orgulloso de ser andaluz, porque no creo que sea lógico estar orgulloso de algo que no has hecho nada por conseguir, de algo que te ha venido dado. No estoy orgulloso de ser andaluz igual que no lo estoy de haber heredado unas piernas fuertes o de tener los ojos marrones. Puede gustarme -de hecho, estas tres cosas me gustan mucho sobre mí- pero no es motivo de orgullo.

Además de nacionalista, soy independentista. O, como otros nacionalistas de distinto signo me quieren llamar, «separatista». Algunos conformistas incluso llaman «radical» a mi ideología (los más lamentables pueden llegar a calificarla como «antisistema»). Pero tampoco me acompleja eso. Por supuesto, quiero un Estado independiente para mi país. Por diversos motivos, el primero porque creo que es de justicia y que es el marco más adecuado para que una nación se desarrolle como tal. El segundo, que ya me cansa el trato que tiene España hacia nosotros. Cultural, por la continua humillación, y económico, por el continuo subdesarrollo. Y el tercero, porque no es de recibo que desde fuera nos puedan decir cómo tenemos que gobernarnos.

Dicho todo esto, me considero una persona tolerante. Los demás pueden pensar lo que quieran, pueden tener sus propias ideas. No voy a intentar convencer a nadie para que piense como yo. Estoy lo suficientemente seguro de mi ideología como para no tener que metérsela a nadie por el culo. Eso sí, en un ejercicio de egocentrismo en el que espero que los demás hagan lo que hago yo, exijo la misma tolerancia para mí. Esto causa que evite hablar de política con una gran mayoría de la gente. En más de diez años, creo que puedo contar con los dedos de las manos el número de personas con las que he hablado de política y no han despreciado o querido ridiculizar mi modo de pensar, o querido hacerme ver que estoy equivocado. Poca gente nos acepta y tolera a los nacionalistas andaluces. Sorprendentemente, muchos a los que se le llena la boca con la tolerancia y el progresismo, han intentado devolverme al buen camino del amor a España. Pero claro, cuando se habla de política, la gente en general se olvida de lo que es la diversidad de opiniones.

Estos días he estado pensando mucho en esto. Y he llegado a la conclusión de que quizá sea momento de colaborar en la lucha colectiva por la liberación de nuestro país, en los modos en los que me sea posible.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Copenhague

Él corría, nunca le enseñaron a andar, se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos, unos vienen, otros se van, igual que Alicia sin ciudad.
El valor para marcharse, el miedo a llegar.

Llueve en el canal, la corriente enseña el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien,
jugar al azar, nunca saber dónde puedes terminar o empezar.

Un instante mientras los turistas se van, un tren de madrugada
consiguió trazar la frontera entre siempre o jamás.

Llueve en el canal, la corriente enseña el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.
 
Dejarse llevar suena demasiado bien,
jugar al azar, nunca saber dónde puedes terminar o empezar.

Ella duerme tras el vendaval, se quitó la ropa,
sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad.


Dejarse llevar suena demasiado bien,
jugar al azar, nunca saber dónde puedes terminar o empezar...
_____________

Magnífica canción de Vetusta Morla... me emociona y me deprime a la vez, pero me encanta.

domingo, 23 de octubre de 2011

Nombres - reflexión corta

Cuando me registré en Facebook, una de las cosas que me sorprendieron y no me gustaron mucho era el hecho de que me pedían mi nombre real, no me dejaban registrarme con un nick (entre comillas, claro, porque si quería podía poner lo que me diera la gana en el nombre).

Hoy, cuatro años después, que Facebook (y similares) se han convertido en el centro de nuestra actividad social internáutica, esta condición que ponían al registrarse ha causado cierto efecto que me resulta muy curioso. Y es que, con la mayor parte de mis amigos, ya no me relaciono por su nick sino por su nombre real. A pesar de que a muchos no los haya conocido en persona.

A mis amigos del Mangakayjordi, por ejemplo, en su mayoría los conozco por su nombre porque de ellos, pocos escriben ya en el foro, sin embargo sigo interactuando con ellos por Facebook. De algunos incluso me cuesta recordar el nick.

Por otro lado, gracias a que el foro de Unilang está muy activo, normalmente no me refiero a ellos por su nombre real, a pesar de tenerlos en Facebook.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Viaje a Granada

Ya, sé que os he tenido totalmente abandonados durante algo más de dos meses. En este tiempo he querido escribir varias veces, pero nunca lo hacía, por la presión de no escribir posts sin sentido o demasiado vacíos. Pero pensándolo bien, es mi blog, y pondré lo que piensa o sienta, ¿no? Cuando me lo crea, lo haré, jajaja.

Bueno, el tema que nos ocupa es que por fin, este fin de semana, he conocido Granada. Allí me he reencontrado con gente que hacía mucho que no veía, como Laura, a quien no veía desde 2008, o Antonio, desde 2009.

Y lo peor es que ha sido demasiado corto. Claro, llegando el sábado por la mañana y volviendo el domingo a primera hora de la tarde tampoco da para mucho, deja con la miel en los labios.

Pero me quedo con que ha sido un viaje espectacular, que lo hemos pasado genial y que nos hemos vuelto a ver. Y que he conocido una ciudad grandiosa, gracias también a Jose, que nos hizo de guía.

A destacar:
- "Esto es como Montjuïc". (Marc y Jordi)
- "Mira qué bandera de España, hazte una foto con ella". (Laura)
- "Hoy las escaleras automáticas están estropeadas". (Señor lugareño, mientras subíamos al Mirador de San Miguel).
- "Pero las croquetas son vigoréxicas, ¿no?" (Marc)

miércoles, 3 de agosto de 2011

Supplicia canum

Pues mirando mi propio blog, he visto que en el applet de calendario romano que tengo activado en la columna derecha aparece que hoy, 3 de agosto (a.d. III Nonas Sextiles), es el día de los supplicia canum. El nombre me ha llamado inmediatamente la atención, pues significa castigos de los perros. Y buscando sobre este festival romano, parece que es el día en el que los ciudadanos sacan en procesión a uno o varios perros crucificados vivos. Es el castigo que se les da por no haber avisado cuando los galos invadieron Roma para saquearla. Por el contrario, se honra en este mismo día a los gansos, porque ellos sí avisaron.

Ustedes no crucifiquéis a ningún perro, pero quedaos con la copla.

domingo, 31 de julio de 2011

Freier Fall

Si dijera que esta ha sido una de mis peores semanas, estaría mintiendo. Sobre todo, porque es una de esas semanas de 14 días, una semana en la que casi todos los días son miércoles, salvo porque uno de esos días cierran todas las tiendas - y, además, porque mi gimnasio cierra.

Aún me quedan cinco días para que llegue el fin de semana... y a veces lo dudo.

Mañana me ponen a formar a un compañero en mi trabajo. Mal momento.

miércoles, 8 de junio de 2011

En suspenso

En fin, como ya sabréis si me conocéis, he participado activamente en la última campaña para las elecciones municipales en Alcalá de Guadaíra. Una experiencia que me ha enriquecido mucho, me ha hecho aprender bastante sobre política y sobre la ciudad en la que estoy viviendo ahora mismo.

Sin embargo, hace poco tuve la ocasión de mantener una "discusión" con alguien sobre la candidata a la que yo apoyaba, Lola Aquino. La persona con la que discutí se limitó a negar la validez política de Lola como candidata a alcaldesa porque no es de Alcalá, llegando hasta el punto de aducir que Lola no es su verdadero nombre sino su apodo andaluz y alguna que otra falsedad más.

Lo cual me ha hecho plantearme muchas cosas. Nuestra candidata lleva 25 años en Alcalá, es bastante conocida entre la gente y aun así no es de Alcalá. No es que yo pretenda hacer carrera política, pero si ella llegó de adolescente y sigue sin ser de Alcalá, ¿cómo pretendo encajar aquí yo, que llegué con 25 años ya cumplidos? ¿Voy a ser un extraño para siempre en esta ciudad? ¿Qué derechos especiales otorga el ser de aquí? Si no naces aquí, ¿no puedes aspirar a ser alcalareño?

Pues sí, si Alcalá y los alcalareños son así, creo que mis días aquí no van a ser muy numerosos. Y lo peor de todo es que, cuando uno se convierte en el eterno extranjero, ya no hay marcha atrás, lo es para siempre.

lunes, 23 de mayo de 2011

Elecciones municipales

Me vais a decir que si no soy demócrata, que si qué falta de respeto, que bla bla bla... y será todo verdad, no os lo voy a negar.

Pero el votante medio de San Fernando es gilipollas.

Concretamente, todos esos que han hecho que el PP suba en dos concejales después de la legislatura tan nefasta que nos han dado.

Vale, ha habido un robo de ocho millones de euros y el PA ha sido castigado por eso. Pero a la gente se le olvida que el PP también era parte del gobierno. Se le olvida que el PP renunció a su mayor arma de campaña, la oposición al tranvía. Le dijeron al PA algo así como "vale, haz el tranvía, pero dame unas pocas de concejalías". Les dan las concejalías, se callan como putas durante tres años y un año antes de las elecciones rompen el pacto y vuelven a protestar contra el tranvía (cuando ya está casi del todo hecho). Lo peor es que sacan rédito electoral y consiguen que la gente los vote jugando a recordar el robo de los ocho millones de la caja municipal que se produjo cuando ellos estaban en el gobierno, echándoles la culpa de todo a los andalucistas.

Moraleja: nunca, nunca, NUNCA te fíes del PP.

Y eso que debería estar contento porque el PA de Alcalá de Guadaíra ha sacado dos concejales, pero por desgracia el PP ha subido cuatro (inexplicablemente - bueno, sí, es explicable, la gente vota a las siglas y no a los candidatos) y el PA en Sevilla no ha conseguido entrar.

martes, 26 de abril de 2011

Consumismo a la francesa

El que sólo sepa de mi vida a través del blog pensará que me he tirado un mes en Toulouse. Aclaremos: la última vez que escribí no duré ni una semana aquí, y volví el domingo pasado para irme también, posiblemente, la semana que viene.

En esta ocasión me hospedo en el municipio de Blagnac (Blanhac, en occitano). Es un municipio pequeño (21.500 habitantes) que está ocupado al completo por el aeropuerto, urbanizaciones residenciales de casas con jardín y el centro comercial del que voy a hablar.

Esta vez he podido ir por primera vez a un hipermercado francés. Ya sabéis de mi pasión por los hipermercados; además, soy de la opinión de que un hipermercado te da muchísimos más datos sobre la sociedad de un lugar que muchos estudios sociológicos.

Así que hoy me he acercado a E. Leclerc, una de las cadenas más grandes de Francia.

A lo grande

El E. Leclerc de Blagnac está situado en el centro comercial Grand Noble, un centro comercial ENORME, con 16 salas de cine, multitud de tiendas (casi todas franquicias, claro) y varios restaurantes (también de franquicia). Típico centro comercial moderno. El E. Leclerc es el hipermercado que corona el centro comercial, y para no desentonar es monstruosamente grande.

El hipermercado consta de todas las secciones que se estilan en un hipermercado de ese tipo: comida, limpieza, higiene, menaje, electrodomésticos, informática, textil. Incluso un espacio cultural (discos, libros, DVDs y videojuegos) bastante completo.

Diversas costumbres

Aun siendo el mercado francés y el español bastante parecidos en tendencias de consumo (conclusión a la que llego comparándolos también con el alemán), hay cosas que chocan mucho.

Cuando se me ocurrió escribir sobre este tema en el blog, me encontraba en la calle de los aceites de cocina. Nací en el Estado español en 1984, así que crecí en plena psicosis social sobre el síndrome tóxico. Después de todo aquel escándalo, hoy en día es impensable ver en ningún supermercado español aceite de colza (algo que yo sólo conozco de oídas y los nacidos en los 90 no sabrán ni que existe); sólo se ve en los ingredientes de algunos productos fabricados por compañías que no conocen muy bien la situación -los que la conocen se limitan a escribir "aceite vegetal"-. Sin embargo, en la calle de los aceites de E. Leclerc (y de otros supermercados franceses) el aceite de colza está muy visiblemente presente, incluso diría que tiene la misma presencia que el de girasol, y por supuesto mucho mayor que el de oliva. Incluso he llegado a ver un aliño de ensalada cuya etiqueta decía en grande "Olive & Colza", una mezcla que para nosotros sería poco menos que un sacrilegio.

Otro factor muy curioso es la carne. Mientras en Andalucía el cerdo es la estrella de la carnicería, al nivel del pollo y mucho más presente que la ternera, en Francia la situación es muy diferente. Las aves (pollo, pavo y pato) ocupan bastante sitio, pero la carne de vacuno (más buey que ternera) sobrepasa con creces la de cerdo. Por no decir que los lineales de vacuno estaban llenos de gente mirando la carne y los de cerdo estaban abandonados a su suerte... parece que el cerdo no gusta mucho por aquí. Salvo para hacer embutidos, claro, que la calle de los embutidos sí que tenía éxito.

Y un último apunte curioso es la presencia de las marcas blancas. Mientras que en Alemania la marca blanca es omnipresente, en Francia su presencia es muchísimo menor. Hay muchas más marcas de fabricante que de distribuidor, y normalmente la marca blanca se sitúa en la estantería más baja del lineal, en lugar de en la más visible.

Nos llevan años de ventaja

Precisamente en esta célebre frase de Homer Simpson pensé cuando fui a comprar la fruta. Todo normal, elijo mi fruta (por supuesto los plátanos de Canarias no existen, pero los hay de diversas ex-colonias francesas, como Ghana o Costa de Marfil Côte d'Ivoire), la meto en una bolsita, me voy al peso y... no tengo botones para escoger qué fruta es. Cuando miro la pantalla del peso, la cámara incorporada ya me ha dicho qué fruta es la que estoy pesando y me está pidiendo confirmación. Las manzanas Granny y los plátanos los acertó, las mandarinas no (bueno, no pidamos tanto, que con la bolsa de color gris por medio es fácil equivocarse).

Además me llamó la atención un sistema (que no he probado pero me gustaría) para ir escaneando los artículos con una maquinita a medida que los vas metiendo en el carro, para ahorrarte el tostón de esperar en la caja. Sales por un sitio especial donde entregas la maquinita y pagas la compra (por lo que he podido ver). Vale, sí, admito que destruye trabajo, pero estas maravillas de la técnica me encantan desde un punto de vista tecnológico.

En fin, creo que no se me queda nada, ya me ha salido bastante largo el post. Nos hablamos en Sevilla.

lunes, 14 de marzo de 2011

À Toulouse, de nouveau

De nuevo en Toulouse. He llegado hoy tras una jornada muy sobresaltada, incluyendo levantarme muy temprano, pillar un taxi que me cobró un suplemento de un modo más bien errático, un AVE puntual a Madrid, un taxi a Barajas bastante irregular, un retraso de dos horas con Easyjet, un vuelo muy desagradable (inestable y lleno de adolescentes ruidosas), dos viajes en coche sin saber bien por dónde íbamos, y una semi-jornada laboral en un trastero.

Y, por supuesto, una insistente sensación de que no debería estar aquí.

martes, 8 de marzo de 2011

Grandes frases de la quedada barcelonesa

El fin de semana pasado volví a pasarme por mi querida Barcelona, adonde hacía algo más de año y medio que no iba.

Recuerdo perfectamente que aquel viaje me dejó un sabor agridulce, quizá me centré demasiado en los aspectos negativos. A la vuelta de éste no puedo decir más que cosas positivas. Vale, como dije por entonces, Barcelona sigue siendo una ciudad muy cara y frenética, pero es agradable, está bien comunicada y siempre tiene cosas que hacer.

Igual que la vez anterior, me ha encantado reencontrarme con mis amigos, lo he pasado genial con ellos y me han recordado por qué son tan especiales.

Tampoco hay que pasar por alto los lugares nuevos como Sant Gervasi y los momentos entrañables como la simpatiquísima vendedora de calcetines del Mercat de Sant Antoni. Y el carnaval de Sitges, que no conocía. No deja de ser un carnaval más, pero la compañía lo hizo especial e inolvidable.

Queja: por favor, la calle Tallers no es ni la sombra de lo que fue. No encontré nada interesante.

Aquí dejo una lista de frases célebres recordatorias del fin de semana.

- Mira, ése va de dragón (chaval aleatorio, sobre el disfraz de Paco)
- Me da miedo el follamigo de mi hermano (Marc, sobre el amigo de Jordi)
- El otro día en Arena me entró una hetero y me dijo que las bolleras eran muy buenas (Una chica llamada Bárbara, a Marc y a mí, en Sitges)
- Mi billete no hace turrututú (Marc)
- No me gusta calentorro (Marc, refiriéndose a un vodka con naranja que aún estaba frío)
- ¡Fran y Joel han ligado! (Yo) - ¡Con dos pechugonas! (Marc)
- Tú eres canario, ¿verdad? (hombre aleatorio, a mí, en la cola del baño)
- Amanda no era mala, sólo que no se involucraba (Yo) - ¿Pero tú cuántos años tienes? (Paco)

Por lo pronto, este lunes me voy a Toulouse de nuevo... pero a ver qué próximo viaje nos espera.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Turno de noche

Los que me tenéis en Facebook o habláis conmigo a menudo ya sabréis que esta semana trabajo en turno de noche, de 23:00 a 7:00.

Hoy es mi tercer día y, la verdad, no es que me esté gustando mucho. No se va a acabar mi vida, pero preferiría estar de mañana o de tarde (lo cual no es ninguna novedad, a todo el mundo le pasa, creo).

El sueño ya lo sobrellevo bien, pero lo que no llevo tan bien es el aburrimiento. Hay poco trabajo (no sé si sería peor que hubiera mucho) y si no fuera por mi tarjeta de memoria donde traigo unos pocos de libros, creo que ya me habría cortado las venas.

De hecho, acabo de probar a ponerme a escuchar la radio. No he visto cosa más penosa. Sin duda el mejor momento para oír la radio es la tarde, porque los programas matinales dan algo de pena, pero es que los nocturnos son peores - eso en los canales que tienen "programa", porque la mayoría simplemente tienen puesta música aleatoria.

Por motivos obvios, los foros están más muertos que nunca a estas horas, así que lo más que se puede hacer es mirar hilos que habías ignorado antes y esperar que sean interesantes.

Y las tres de la mañana tampoco son horas para llamar a nadie y preguntarle cómo está.

En fin, que me queda la mitad de la semana. Al menos puedo decir que aprovecho las tardes.

jueves, 27 de enero de 2011

Vehemente

Ahora es cuando me llamáis friki, pero me la suda.

He tenido una de las mayores peleas internáuticas que he podido tener en varios años. En un foro, para más gravedad, donde todo se queda escrito y a la vista para que todo el mundo pueda responder aunque hayan pasado varios días.

Me da igual ser un friki por tomarme un foro en serio, pero cuando estás a gusto en un sitio y haces amistades bastante fuertes, me parece que lo normal es tomárselo en serio. Para mí es algo serio. Y eso que no me he peleado con ningún amigo mío, sino con una chica con quien apenas he hablado (y apenas hablaría, visto lo visto). Pero ese foro es mi casa (bueno, una de mis casas) y estas cosas siempre duelen.

Duelen porque después de tres años y medio y de continuas contribuciones constructivas, haces un comentario ligeramente criticable y se te echan encima todos aquellos a los que no les gustabas y estaban esperando el desliz adecuado.

Y no me parece mal no gustarles. Al fin y al cabo soy una persona que se señala rápido, al menos en los foros. Digo lo que pienso y a veces peco de vehemencia. La educación por delante, que conste, vehemente pero educado. Sé que la culpa ha sido mía por darles la ocasión de echarse encima de mí. Pero son estas ocasiones las que te permiten discernir quién está contigo y quién va a quedar bien por encima de todo.

Recuerdo que mi querida amiga Almudena dijo una vez (y yo le di la razón) que los roces y los conflictos son buenos. Sirven para ver cómo es la gente en realidad. Funcionan como una especie de selección natural. Y esto me ha hecho reafirmarme.

¿No entendéis de qué va esto? No pasa nada. Sólo necesitaba desahogarme en algún sitio.

sábado, 1 de enero de 2011

En 2011...

Comienza enero, mes de Jano, dios de las puertas, así como de los comienzos, los finales y el tiempo en general.

Acabo de ver la primera vez que hice estos posts de previsiones para el año. Fue el 3 de enero de 2007, y muchas de las previsiones son igual de válidas ahora que hace cuatro años. No sé si es que no he evolucionado nada en esos cuatro años o es que hay cosas en mí que jamás voy a cambiar. A lo mejor tendría que acordarme un poco más de Jano para que me ayudase a evolucionar.

En fin, veamos, este año...

- será el año de mi definitivo cambio laboral a un sector más acorde con mi formación. Al agroalimentario o al petroquímico, decididamente.
- veré a mis amigos de toda la vida un poco más a menudo.
- visitaré Barcelona y alguna capital europea.
- progresaré en el gimnasio hasta conseguir un nivel de fuerza medianamente decente.
- como consecuencia de la anterior, luciré cuerpo en la playa, mwahaha.
- como digo siempre, reactivaré mi vida social, que le va haciendo falta.
- haré verdaderos progresos con algún idioma.
- empezaré a prepararme el permiso A.

Muy ambicioso empiezo... a ver cómo termino, jajaja.