jueves, 4 de febrero de 2016

Limpia, fija, y... se mete donde no la llaman

Queridos amigos, después de unas cuantas entradas sobre política, hoy hablamos sobre Eurovisión y sobre idiomas, dos de mis grandes aficiones.

Resulta que el lunes se celebró la final de Objetivo Eurovisión, el programa de TVE que sirvió para elegir representante para el LXI Festival de Eurovisión. La preselección de 2016, vamos. Y la canción ganadora fue Say yay, de la cantante Barei. Aquí os la enlazo por si no la conocéis.


Y bueno, ha habido reacciones a favor y en contra, de gente a quien le gusta la canción y de gente que prefería otras candidatas. Hasta ahí, todo normal.

Y lo que lamentablemente también es algo usual, pero que no debería serlo, es la noticia de la Real Academia Española opinando sobre Eurovisión.

En serio. La Real Academia Española. Sobre el Festival de Eurovisión. Es muy absurdo. Explicaré por qué.

Empezaré por recordar que la Real Academia ya se quejó de que tuvieran partes en inglés las canciones de Ruth Lorenzo en 2014 o de Rosa López en 2002. Se ha convertido en una costumbre: cada vez que TVE elige una canción con algo que no está en castellano, la RAE se queja en los medios. Personalmente, me recuerda mucho a lo que pasaba en Turquía, pero al revés: después de que Sertab Erener ganara en 2003, todos los años que la TRT elegía una canción en turco, Sertab declaraba a los medios que "era una mala decisión" y que "había que llevar algo en inglés". En todas partes cuecen habas.

En España, sin embargo, la cuestión es diferente. En este caso, no estamos hablando de la opinión de ningún experto en Eurovisión, ni en música pop, ni en música siquiera. No estamos hablando de ninguna revista ni programa de televisión. No. Se trata de la Real Academia.

La Real Academia es un organismo fundado en 1713 a imagen y semejanza de la Académie Française. Sus miembros lo son por cooptación y, además, de manera vitalicia. Es decir, que básicamente se trata de un club de amiguetes con trescientos años de antigüedad. Pero, además, es el club que ha venido dictaminando cómo debemos hablar y escribir (afortunadamente están abandonando el tradicional prescriptivismo que propugnaban).

Pero es que, además, dejando aparte lo inadecuado de que una institución de tan rancio abolengo critique la elección de una canción pop, echando un ojo a los estatutos de la RAE encontramos lo siguiente:


Según los estatutos de la RAE, su misión es 'dirigir la evolución' de la lengua (pobres, no quieren reconocer que no pueden dirigir la lengua, sino solo la normativa que ellos mismos elaboran).

Un detalle: la canción de Barei está en inglés. ¿Qué tiene que decir la RAE, una academia cuya competencia exclusiva es la lengua española, sobre una canción en inglés? ¿No es muy obvio que esta cuestión escapa a su campo de trabajo?

Con lo cual, la conclusión es que el señor don José María Merino, el académico que ha expresado su queja en nombre de la RAE, ha meado fuera del tiesto por una cuestión pura y exclusivamente nacionalista. Y digo lo de meado fuera del tiesto porque este señor no ha escatimado en improperios: ha dicho que es «sorprendentemente estúpido» e «impresentable» que TVE lleve una canción en inglés.

Se entendería la postura agresiva del señor Merino y de la RAE si el español tuviera algún problema de vitalidad, si estuviera amenazado o si alguna otra lengua ejerciera presión sobre él. Pero es que no es el caso, y él mismo lo reconoce, es una lengua de 500 millones de hablantes que, además, no para de crecer.

Señor Merino, señores de la Academia: dedíquense a cumplir con la misión de la Academia, que no tiene nada que ver con esta canción. Dejen de intentar meter el español hasta en la sopa, que no necesita más promoción porque goza de buena salud, y sobre todo, respeten lo que los espectadores han elegido. Hagan su trabajo, que tienen bastante por hacer y por mejorar. Eurovisión no es su trabajo.

Posdata aclaratoria: que nadie se lleve a error. Apoyo a la Academia en parte de su trabajo. Por ejemplo, me parece horrible que a cuento de esto la gente se ponga a criticar las nuevas palabras del diccionario (una cuestión que me parece de las más acertadas de la Academia y que, por otro lado, la gran mayoría de la gente critica sin llegar a entender realmente cuál es la función de la Academia). Pero a cada uno lo suyo, y a la vez que critico lo que creo que hacen mal (como el excesivo castellanocentrismo y la marginación hacia las formas andaluzas), también creo que deberían dedicarse a mejorar esto y dejar de intentar hacer política nacionalista.