jueves, 19 de diciembre de 2024

El academicismo, el conservadurismo y el inmovilismo lingüístico

Hace años que quiero escribir aquí sobre estos temas. No tengo claro cómo estructurar el texto, y tampoco tengo mucho que decir, salvo quejarme de estas actitudes.

Recientemente he tenido dos interacciones en Bluesky que me han hecho pensar de nuevo en esto.

Ya os comenté hace diez años, en esta publicación sobre la incompetencia comunicativa, que la gente era excesivamente academicista. ¿A qué me refiero con esto? A dos cuestiones.

Por un lado, existe la actitud generalizada de tomar las prescripciones de la Academia como leyes a las que hay que adherirse en todo momento y en todo lugar, que además son infalibles y siempre correctas. Por ello, si en algún momento te desvías de esas prescripciones, estás hablando (o escribiendo) mal.

Por el otro, además, estas prescripciones se asumen como inmutables, talladas en piedra y merecedoras de conservarse por los siglos de los siglos. La consecuencia de esto es que cualquier modificación que haga la Academia de su propia normativa será inadecuada, inapropiada, incorrecta, y va a debilitar el idioma, empobrecerlo, corromperlo o cualquier otro verbo negativo que se os ocurra.

La mejor muestra de esto son las reformas ortográficas. ¿Cuánta gente rechaza las reformas ortográficas, añadiendo frases tópicas como que son la resistencia? Lo mejor es que estas personas se creen con mejor criterio que la Academia, a la que consideran que se ha traicionado a sí misma por haberse desviado de las inmutables e infalibles reglas.

A día de hoy tenemos un nutrido grupo de infelices que defiende a capa y espada la ortografía que aprendieron en el colegio, tanto en castellano como en catalán. En castellano porque la Asociación de Academias eliminó acentos en 1999 (guion, pio, rio) y en 2010 (solo, este, aquel), y en catalán porque el Institut d'Estudis Catalans en 2016 y la Acadèmia Valenciana de la Llengua en 2018 redujeron la cantidad de acentos diacríticos a quince.

Esto no es más que conservadurismo e inmovilismo, y no tiene ninguna justificación lingüística.

Estas personas tan preocupadas por la corrupción y el empobrecimiento del idioma, en su mayoría, no se han parado a pensar en las reformas anteriores a la ortografía que aprendieron en el colegio. La ortografía castellana fue reformada en 1959 para eliminar los acentos en palabras como fue o fui, y las consonantes superfluas en oscuro o sustancia. ¿La lengua se ha corrompido porque ya no escribimos esa substancia fué obscura? Sabemos que la respuesta es que no.

Y podríamos hacer lo mismo con cualquier modificación anterior de la codificación castellana, incluso antes de la Academia (sí, había vida y había el mismo idioma antes de la creación de la Academia).

Empecemos por partir de la base de que la ortografía es un convenio arbitrario. La ortografía nos sirve como criterio para poner por escrito lo que hablamos, que es la lengua oral real. Pero el proceso de reducir la lengua oral real (formada por sonidos) a signos gráficos puede hacerse de miles de maneras, y la ortografía que conocemos, la oficial que nos han enseñado en el colegio, solo es una de ellas. De hecho, es obvio que no todos los que creemos hablar la misma lengua (la lengua es un constructo sociopolítico, pero eso para otro día) la hablamos de la misma manera, incluso aunque la escribamos igual: la equivalencia entre grafías y sonidos es diferente para cada grupo humano, incluso para cada persona.

Podríamos escribir esta misma lengua:

  • con caracteres ideográficos que nos inventemos, o con emojis
  • con los caracteres ideográficos que usan los chinos, ya sean los tradicionales o los simplificados
  • con los silabarios japoneses
  • con un abjad, escribiendo solo las consonantes, como hacen los hablantes de árabe (de hecho, ya se escribía así el mozárabe, estrechamente emparentado con el castellano)
  • con otro alfabeto, como el griego o el cirílico
  • con nuestro mismo alfabeto, pero usando otros signos: si decidimos que el signo s se pronuncia como una f, se le cambia el significado al signo y sigue siendo válido en ese sistema
  • de cualquier otra manera, siempre que sea conocida y compartida por varios hablantes

...y todas estas maneras serían válidas porque permiten la comunicación.

De las dos interacciones que os hablaba, en la primera me decían que eliminar el acento de solo debilitaba la lengua, aunque no fueron capaces de explicarme por qué y al insistir me acabaron bloqueando. ¿Cómo la eliminación de ese acento puede debilitar una lengua como la castellana? ¿En qué puede debilitarse la lengua castellana? ¿Va a haber gente que deje de hablarla por eso?

La segunda, mucho más civilizada, fue con un chico que defendía la coma vocativa en todos los casos y situaciones, a lo cual le dije que yo no la uso en algunas, de manera consciente y decidida. En concreto, en publicaciones de microblogging (como Bluesky) o en memes. Tanto la utilización como la supresión de la coma vocativa añaden un matiz emotivo o contextual al escrito. Y esto es así porque, igual que la lengua oral ha tenido siempre registros de uso mientras que la escrita los tenía mucho más limitados, desde la aparición de Internet y de la mensajería instantánea los registros de uso de la lengua escrita se han multiplicado, y la misma variabilidad que antes teníamos en la lengua oral (no solo en léxico, sino también en entonación, ritmo, gestos...) ahora la tenemos en lengua escrita, para lo cual nos hacemos servir de variaciones en la ortografía, la puntuación, o el uso de emojis o emoticonos (que algunos lingüistas ya consideran un tipo de signos de puntuación).

¿Qué hacer frente a esto? Difícil de decir. Muchas de estas ideas academicistas se transmiten en el colegio y en la familia durante la infancia, y son muy difíciles de combatir. Sí que es cierto que las redes sociales están permitiendo que muchos lingüistas hagan a la gente pensar sobre estos temas y cuestionarse lo que habían aprendido. Espero que sea un comienzo para derribar estas perjudiciales ideas respecto a la lengua.

lunes, 25 de noviembre de 2024

Favoritos

De vez en cuando me encuentro en redes sociales que la gente habla de sus cosas favoritas. No así en abstracto, sino de sus películas favoritas, libros favoritos, series favoritas, cantantes favoritos, canciones favoritas...

Hace tiempo que no participo en estas tendencias sociales de redes porque no tengo ni idea. No puedo elegir una canción favorita, un cantante o grupo favorito... en el caso de libros siempre digo Los Juegos del Hambre porque es una respuesta fácil; me gustaron mucho, pero ni me gustan tanto como para que sean la respuesta adecuada ni me gustan tanto más que otros como para no incluir otros en la respuesta.

Es que ni siquiera creo que pueda comparar una novela distópica como Los Juegos del Hambre con obras de teatro o ensayos políticos. Y no es porque un género sea mejor que otro, ni nada de eso. Es porque igual puedo disfrutar leyendo un libro de un tipo que uno de otro tipo.

Todos los años, con motivo del fin de año, se organiza en Internet una votación masiva a las mejores canciones de Eurovisión. Creo que nunca he llegado a participar porque no puedo hacer un ránking de mis 10 canciones favoritas entre más de 1700. Incluso si pudiera hacer uno, hoy escogería esas diez y mañana otras diez diferentes.

De hecho, la gente incluso tiene un mejor amigo o una mejor amiga. Yo a mis edades no puedo decir que lo tenga. Tengo muchos amigos que son muy buenos, pero no tengo *un* mejor amigo. Sé que en el pasado lo he podido tener, pero ya no, e incluso lo prefiero así. Disfruto mucho de la compañía (aunque sea principalmente virtual) de todos mis amigos.

Sinceramente, no me imagino teniendo un solo libro, canción o película favorita, para que mañana su autor o autora demuestre ser una mierda de persona y me los arruine. No, yo no separo autor y obra y ya creo que lo hago bien así. No me gustaría verme en la piel de mis amigos fans de Harry Potter.

Del mismo modo que siempre me han parecido una gilipollez los enfrentamientos entre fans de un artista y fans de otro. Al principio de entrar en internet, en algún chat dije que me gustaban mucho Ace of Base y me respondieron que entonces tenía que odiar a Roxette porque eran bandas enfrentadas. Y, la verdad, ni lo entendía entonces ni lo entiendo ahora. ¿Por qué voy a odiar a Roxette? Tienen canciones guays, aunque no me gusten tanto como Ace of Base.

No sé quién gana con esta estúpida polarización, pero no puedo sentirme identificado.

lunes, 11 de noviembre de 2024

Termina de aprender una lengua

Leo en el blog de mi querido amigo Aitor un texto muy bueno sobre lo que la mayoría de la gente piensa acerca del estudio de idiomas.

Hace mucho que estudio idiomas solo por curiosidad. No solo para comunicarme, sino para saber: me interesa mucho cómo funcionan los idiomas, cómo se expresan las cosas.

Sin embargo, la gente no entiende así los idiomas. La mayoría de la gente piensa que las lenguas solo son útiles para entenderse. Por eso hay muchos que se alegrarían si todos habláramos el mismo idioma. Y además, mucha gente no entiende que a alguien le interese estudiar lenguas menores.

Desde chico he tenido que aprender inglés en el colegio, no es nada extraño, todos los escolares tienen que aprender inglés. La primera lengua "menor" por la que me interesé fue el portugués, cuando tenía 13 años. Dado que la estudiaba por mi cuenta e informalmente, mi familia lo encontraba extraño, pero no le daba importancia.

Las cosas fueron diferentes cuando me apunté a estudiar alemán en la Escuela Oficial de Idiomas, con 15 años. Mi madre estaba de acuerdo en que era un idioma útil y que era buena idea, pero ella no habría elegido como yo. Me dijo, "yo preferiría que terminaras el inglés". Terminar. Como si fuera posible.

¿Cuándo terminamos de aprender un idioma? ¿Conocemos del todo el nuestro propio? ¿Acaso podemos hacerlo? Yo pienso que no.

Entonces, ¿qué significa terminar de aprender inglés? Bajo este criterio, ¿cuándo es aceptable empezar a aprender otro idioma? No redundaré en la idea porque ya me habéis entendido.

Solo es un ejemplo de la reacción hacia el alemán, aunque sea una lengua muy popular. Cuando se trata de lenguas menos populares, esta reacción se magnifica. Me pasó lo mismo cuando aprendí catalán. En este caso, además, se trataba de política. Crecí en una zona monolingüe, donde mucha gente tiene una actitud insana hacia otras lenguas del Estado. Y esa gente no cree que sea útil aprender catalán. De hecho, les gustaría que el catalán desapareciera, y que los catalanes y valencianos hablaran solo castellano.

(Por suerte, también hay mucha gente que respeta otros idiomas).

Con el tiempo, la gente ha empezado a respetar mis intereses y aficiones. Cuando era joven, recibía multitud de juicios no solicitados sobre el catalán y sobre mi decisión de aprenderlo. Eso ya no me pasa. Cuando la gente se entera de que aprendo serbio, algunos preguntan por qué, pero nadie me ha dicho que es inútil ni que sería mejor que aprendiera otro idioma.

Creo, como Aitor, que detrás de todo esto se encuentra una mentalidad perversa, la del capitalismo. Todo lo que hacemos debe ser productivo, debe ser útil: y algo solo es útil cuando te permite ganar dinero. Aprender lenguas menores para hablar con gente no es productivo, y por lo tanto no es útil. Aprender para entender libros de otras culturas no es útil, aprender para saber qué pasó y por qué ocurrió no es productivo, no es útil y, por tanto, solo es aceptable si te sobra el tiempo libre.

Yo rechazo este punto de vista y continuaré estudiando idiomas, me da igual su extensión, me da igual su utilidad. Los idiomas me hacen feliz.

viernes, 18 de octubre de 2024

Adiós, La Oreja de Van Gogh

Bueno, si vivís en el mundo os habréis enterado de que el lunes decidieron echar a Leire Martínez de la Oreja de Van Gogh. Fue un día duro.

Que sí, solo es un grupo musical que no afecta en nada a mi vida, pero también era un grupo musical que hacía canciones que me gustaban y que me han acompañado casi toda mi vida adulta.

LODVG en mi vida

Conocí a La Oreja de Van Gogh en 1998, como casi todo el mundo. En las radios sonaba El 28 y no tardé en cogerle el gusto; tanto, que en cuanto pude fui a alquilar el CD de Dile al sol al videoclub para grabármelo en un casete (cosas que se hacían en los 90) y oírmelo una y otra vez en el walkman, hasta que por mi cumpleaños me regalaron el CD original.

Era un grupo que me encantaba, tenían muy buenas canciones, bonitas y pegadizas, y en sus apariciones en público me parecían gente sencilla y simpática.

Si bien Dile al sol me acompañó los dos últimos años de instituto, en 2000 salió El viaje de Copperpot y me acompañó el primer y segundo años de universidad. Sinceramente, no me parecía tan bueno como el primero, de hecho la segunda mitad del disco se me hacía un poco aburrida y monótona, pero podía vivir con ello, y las canciones que me gustaban me parecían muy buenas.

Me desenganché un poco con Lo que te conté mientras te hacías la dormida. Si bien una de las cosas que me gustaban mucho de ellos era que eran de San Sebastián y sus canciones estaban claramente ambientadas allí, el primer single del tercer disco hablaba de "las noches de invierno por Madrid" y, aunque es legítimo que canten de lo que les da la gana, ahí para mí perdieron esa singularidad geográfica que me había gustado de ellos. Además, Puedes contar conmigo no me llamaba nada la atención, y 20 de enero me cargaba (y me sigue cargando) muchísimo, aunque me encante Rosas y alguna otra canción del disco. El cuarto disco, Guapa, ni me lo conozco, salvo los singles, que sonaron mucho.

Así que en 2007, cuando anunciaron que Amaia se iba del grupo, no me dio mucha pena -ni alegría tampoco, porque no los seguía-. De hecho, su voz había dejado de gustarme, en los últimos singles no me sonaba igual que al principio. Al año siguiente, en 2008, dieron la noticia de que tenían nueva vocalista, una chica del Factor X (programa que yo no seguía), y que sacarían nuevo disco, y tampoco le di mucha importancia porque para mí eran ese grupo que me había gustado, pero ya no.

(No tengo nada contra Amaia Montero, igual que no tengo nada contra tantas otras vocalistas, simplemente no me gusta su manera de cantar).

Peeeero con lo que yo no contaba era con que A las 5 en el Astoria era diferente. Tenía la voz de Leire Martínez y el estilo de la música había vuelto un poco al de los inicios. Por un motivo o por otro, El último vals sonaba en la radio y no tardó mucho en gustarme, lo mismo que me había pasado diez años antes con El 28. Esta vez no alquilé el disco: me lo descargué y lo metí en mi reproductor de mp3. Me oí ese disco innumerables veces.

Desde entonces LODVG no han dejado de estar presentes en mi vida, incluso cuando mi ritmo de vida me ha hecho estar menos pendiente de las novedades musicales. A las 5 en el Astoria me acompañó durante mi primer año de vivir en Sevilla; Cometas por el cielo me recuerda a mi primera época trabajando en Atis y a viajes en coche con Fede. El planeta imaginario es, quizá, mi disco favorito de ellos y también el que más me cuesta escuchar porque me recuerda a 2017 y a lo perdido que estaba en la vida por culpa de mis malas decisiones. Por último, Un susurro en la tormenta es el disco que menos he oído y lo asocio a la pandemia y a mi año de paro, el último que pasé en Sevilla antes de venirme; me recuerda a quedadas con Aarón, a quien le encantaba también el grupo.

Y por último, no puedo olvidar que en 2022 los vi en directo, vinieron a las fiestas locales de Cornellà y fui con Pau a verlos. Me divertí muchísimo, me encantaron. Lo hacían genial y además se lo pasaban bien. Me dije a mí mismo que me gustaría volver a ir a otro concierto de ellos... pero jamás pensé que no iba a ser posible de nuevo.

El final de La Oreja

Precisamente porque me han gustado tanto, y porque le tenía especial cariño a Leire Martínez, me ha dolido tanto este final. Vale, que oficialmente el grupo no está disuelto, pero me va a costar volver a escucharlos con gusto después de lo que ha pasado.

¿Que qué ha pasado? Pues que han echado a Leire de la forma más fea posible, con un comunicado unilateral en redes en el que dejaban claro que ya no contaban con ella, como si ella no hubiera sido parte del grupo.

No solo es rastrero, sino también desagradecido, porque gran parte del éxito del grupo entre 2008 y 2024 ha sido gracias al talento y a la voz de su solista.

Sobre el motivo hay tantas conjeturas como gente en cada país fans. La historia que todos están dando por buena es la que dio a conocer Odi O'Malley, la de que alguien había propuesto a la banda un par de conciertos con Amaia y sin Leire para relanzar la carrera artística de Amaia, y al no parecerle bien a Leire han decidido echarla. Nadie se ha pronunciado oficialmente sobre esto, así que a saber si es cierto o no, pero a la mayoría de la gente le ha valido como explicación provisional.

No sé qué va a hacer el grupo ahora. Intentar encontrar una nueva vocalista sería bastante absurdo, sabiendo que se trata de un grupo veterano y asentado, que tiene mucho más tirón entre gente mayor (más conservadora) que entre jóvenes. Experimentos parecidos, como el de Presuntos Implicados con Lydia en 2008, no han sido demasiado exitosos.

Por otro lado, pocas vocalistas iban a prestarse a eso cuando han visto lo que ha pasado con Leire. Si nos fiamos de las declaraciones de Amaia, ella no está por la labor de volver al grupo.

Desde aquí, desde este blog que no lee nadie, le mando mis mejores deseos a Leire Martínez y un agradecimiento por habernos regalado su voz en tantas canciones que nos han acompañado y marcado.

martes, 15 de octubre de 2024

La película del finde: La sustancia

El sábado fuimos al cine. No vamos muy a menudo, pero de vez en cuando encontramos alguna película que nos interesa.

En este caso, mi hermana nos recomendó que viéramos la película "La sustancia", y a Pau le apeteció ir a verla. A mí las películas de miedo no me gustan, pero Raqué y Pau me convencieron diciéndome que era ciencia-ficción.

Ahora os cuento sobre la película. La protagonista se llama Elisabeth Sparkle (Demi Moore). Elisabeth es una vieja estrella de la televisión, presenta un programa muy visto en el que hace aeróbic. Sin embargo, los directivos de la cadena no están satisfechos y deciden despedirla el día que cumple 50 años.

Ella se siente frustrada y triste, lo cual le causa un accidente de tráfico. En el hospital le dicen que tiene una salud excelente, pero de manera secreta, un enfermero le da un pendrive con un número de teléfono. Cuando llega a casa, conecta el pendrive a la televisión y reproduce el vídeo que contiene: el vídeo es misterioso y solo pregunta si quiere una versión mejor de sí misma: más joven, más guapa, perfecta. Al principio, ella tira el pendrive a la basura, pero poco después, cuando se siente triste, rescata el pendrive de la basura y llama al teléfono.

Después de llamar, recibe la sustancia. La sustancia funciona bajo unas reglas: ella y su otra versión tendrán una semana para cada una, y cada semana deben intercambiarse, sin excepciones. Además, las reglas explican que ella y su otra versión son solo una.

Elisabeth está tan desesperada que toma la sustancia inmediatamente; de su espalda sale un ser nuevo, joven y bello: otra versión de sí misma. Esta decide ir a la cadena de televisión para hacer una audición para el nuevo programa que sustituirá al de Elisabeth; se presenta como Sue. Inmediatamente la quieren como presentadora y la contratan.

La vida le va genial a Sue: es guapa, tiene trabajo, la gente la adora. El problema es que debe intercambiarse con Elisabeth cada semana. Y por eso puede ocurrir que haga tarde el cambio, pero eso tiene consecuencias...

No explicaré qué más pasa en la película, pero la llaman cine de terror con razón.

Mi opinión personal

La película presenta un tema muy interesante: cómo vivimos la edad y cómo nos sentimos acerca de la vejez. No queremos hacernos viejos, pero ¿qué somos capaces de hacer al respecto?

Si existiera una sustancia que te permitiera ser joven y guapo, pero solo una de cada dos semanas, ¿la tomarías?

El debate es muy interesante, pero por desgracia, el desarrollo de este debate no está bien llevado a cabo. El argumento de la película tiene incoherencias y no está del todo bien desarrollado. ¿Quién está tras la sustancia? ¿Quién gana dinero con ella? ¿A quién le interesa que la gente la tome?

Hay más preguntas que pienso que no están respondidas, pero no puedo mentarlas si no quiero hacer spoilers.

Por estos motivos, la película no me ha gustado. Aún creo que el tema es interesante, pero el desarrollo de la idea no es bueno. Espero que al menos empecemos a hablar sobre esto y que mejoremos.

sábado, 5 de octubre de 2024

¿Quieres aprender serbio?

(Este artículo estará en continua actualización. Iré añadiendo información conforme vaya descubriendo recursos o se me vayan ocurriendo)

Estaba viendo un vídeo en YouTube sobre una chica que aprende chino por su cuenta y he pensado que quizá estaría bien compartir mi experiencia aprendiendo serbio con el mundo. Sobre todo, porque aprender serbio de manera autónoma siendo hispanohablante es un camino bastante solitario.

Primer aviso: no soy ningún experto, soy un estudiante que lleva dos años a pico y pala con el idioma (todo lo que mi poco tiempo libre me permite); por ahora solo tengo un nivel de estar estudiando un B1.

Segundo aviso: todo lo que escribo sobre el serbio es 100% aplicable al croata y al bosnio (y al montenegrino, obvio), más que nada porque son variedades de la misma lengua. Durante el texto haré alguna referencia más a este hecho.

Ahora que has decidido aprender serbio

La primera pregunta, ¿quieres aprender serbio?, es la que ya hemos contestado, porque nos hemos decidido a investigar cosas sobre la lengua. Pero va muy relacionada con la segunda: ¿por qué quieres aprender serbio? Y con la tercera, ¿adónde quieres llegar? Es importante tener claros el motivo y el objetivo, porque son lo que nos va a mantener decididos a seguir aprendiendo y no abandonarlo.

Tengamos claro que cualquier motivo y cualquier objetivo son válidos y legítimos, no se es mejor ni peor estudiante por eso. En cuanto al motivo, la mayor parte de la gente que aprende serbio/croata/bosnio lo hace porque tiene familia en los Balcanes, ya sea propia o de su pareja. Pero igualmente puedes querer aprenderlo porque te interese la cultura, porque te guste la música (personalmente creo que el pop-folk balcánico es fabuloso), o simplemente por curiosidad.

En cuanto al objetivo, pasa lo mismo: puedes querer hablar serbio o croata como un nativo, pero quizá también te basta con entender la música, tal vez solo quieres saber leer libros, o solo quieres poder defenderte cuando vayas a Serbia, Croacia, Bosnia o Montenegro y quieras comprar algo en alguna tienda.

Sea como sea, te has decidido a aprender serbio (o croata, o bosnio, o montenegrino). ¡Enhorabuena! Bienvenido a esta carrera. Tiene algunos obstáculos, pero todos son superables.

El primero es que no hay casi recursos en castellano para aprender serbio. Así que sinceramente espero que sepas inglés, porque en inglés hay muchos recursos, pero en castellano apenas he encontrado nada; un amigo me ha dicho que hay una señora en Zagreb que se ha autopublicado un libro de croata para hispanohablantes, pero ahí se acaba todo. Si sabes ruso, encontrarás también bastante, pero me temo que la mayoría de los que me leáis no sabéis ruso.

(Se da el hecho de que para aprender serbio hay un puñado de recursos en ruso y para aprender croata hay un puñado de recursos en alemán. Esto nos da una idea de las relaciones geopolíticas de la zona, pero no voy a entrar en eso en este texto, si queréis ya hablamos de eso otro día).

Y, por otro lado, si sabes ruso, polaco, ucraniano o cualquier otro idioma eslavo, estás de enhorabuena, porque las mayores dificultades gramaticales del idioma ya las has superado. Hablaré de esto luego.

Primer consejo: búscate un tutor

Lo que más puede facilitarte la tarea de aprender serbio es, por supuesto, buscarte un profesor. Esto, que podía ser un problema hace diez o veinte años, incluso cinco, se ha vuelto increíblemente fácil en la actualidad, con la generalización de la alta velocidad en internet y lo acostumbrados que estamos a las videoconferencias. Lo ideal sería encontrar un tutor con quien puedas quedar para clases en persona; si no es posible, existen webs especializadas donde puedes encontrar profesores o tutores. Por supuesto, aquí tengo que recomendar a Nemanja, mi profesor de serbio, pero tienes una gran variedad en portales como italki, donde puedes filtrarlos por el país del que son, el precio, los otros idiomas que hablan (por si quieres que te den explicaciones en castellano o en otro idioma) e incluso la hora a la que están disponibles.

Consejo: lo mejor es que busques un tutor que tenga estudios universitarios de serbocroata o, al menos, de eslavística. Hay serbios que se dedican a dar clases pero no tienen estudios de serbio; puede ser que hayan estudiado alguna otra lengua o que sencillamente no sepan nada de filología. Puede que haya alguno bueno, pero a priori estos no son los que te interesan, porque no podrán explicarte muchas de las dudas que tengas. Tuve una clase con una serbia que había estudiado filología inglesa y no sabía lo que era el aspecto verbal: esto es un desastre para enseñar serbio.

El problema: el trabajo hay que pagarlo, así que los tutores no son gratis. A lo mejor no puedes contratar un tutor. Sé consciente de que en algún momento te hará falta interactuar con nativos (idealmente, con nativos que hayan estudiado su propio idioma), así que te tocará buscarte otros métodos, como entrar en redes sociales y buscar nativos que quieran hablar contigo, o hacer un tándem. Hay aplicaciones para eso, aunque no las he usado. Si no, también puedes empezar por tu cuenta, como hice yo, y luego contratar clases puntualmente.

Segundo consejo: sé consciente de a qué te enfrentas

La mayoría de los libros de autoaprendizaje de serbio comienzan contándote la filiación de la lengua: a qué familia pertenece, cuáles son las lenguas más parecidas... Sé que hay mucha gente que se salta las introducciones, a veces son largas y lo que te importa es empezar a hablar y entender. Esto no está mal, pero es importante saber cómo es el idioma al que te enfrentas.

Si en tu vida solo has estudiado inglés o francés, la experiencia con el serbio va a ser muy diferente. No necesariamente significa difícil, pero sí diferente. El francés es hermano del castellano, ambas son lenguas romances (vienen del latín), con lo cual son lenguas muy parecidas y casi todo se expresa de un modo muy similar. El inglés es una lengua germánica, pero tiene tantas palabras francesas que el vocabulario no es un gran problema y, sobre todo, está tan omnipresente que todo el mundo tiene naturalizada su estructura interna.

El serbio es una lengua eslava, hermana del ruso, del polaco o del checo, por ejemplo. Esto no es ni bueno ni malo de por sí; las lenguas eslavas son parientes de la nuestra, aunque sean de otra rama. Y esto implica ciertas diferencias con el castellano y con el inglés: por ejemplo, que no hay artículos, se declinan los sustantivos y adjetivos, y que los verbos tienen aspectos (ya te enterarás de qué es esto).

Por cosas como estas, muy a menudo se exagera la dificultad de las lenguas eslavas como el serbio: incluso los mismos serbios dicen que su lengua es muy difícil (¿con qué criterio?) y en algunos casos puede que te encuentres alguno que te intente desmotivar (no aprendas mi idioma, es muy difícil y no te sirve para nada, etc.). No, el serbio no es "muy difícil": solo es diferente.

(Todo esto no hace falta ni que te lo diga si has estudiado lenguas muy diferentes a la nuestra, como el árabe, el japonés, el chino o el suajili).

Pero ni la declinación es un obstáculo tan importante (te acostumbras a ella en las primeras semanas) ni los aspectos verbales son imposibles. No significa que vayas a dominarlos en un mes, pero son cuestiones a las que dejas de prestar importancia cuando vas habituándote a usar el idioma.

De lo que no te hablarán es de las similitudes entre el serbio y el castellano que no tienen otras lenguas como el inglés: el orden de la oración es relativamente libre, no necesitas usar los pronombres de sujeto, y hay muchas estructuras y expresiones que son equivalentes, casi calcadas palabra por palabra entre ambos idiomas.

En resumen, no te dejes llevar por los que intentan asustarte. Puedes aprender serbio como hemos podido tantos antes que tú.

Un aspecto importante: el alfabeto

A estas alturas ya lo sabrás, pero si no lo sabes, te lo digo yo: el serbio es un idioma bialfabético, es decir, se escribe en alfabeto latino y en alfabeto cirílico. Lo que más puede sorprender al que no está acostumbrado es que se utilizan los dos por igual:

  • El alfabeto cirílico tiene mayor rango constitucional en Serbia y es el que utiliza el gobierno en sus publicaciones, web, y en la televisión pública. En cirílico se encuentran los rótulos de los autobuses en Belgrado y muchos de los letreros oficiales. El periódico de mayor tirada de Serbia se publica en cirílico. También es el primer alfabeto que aprenden los niños en el colegio y, en general, es el más utilizado cuando se escribe a mano.
  • El alfabeto latino se usa más en todos los medios electrónicos. La mayoría de los medios de comunicación lo utilizan: las revistas, bastantes periódicos y casi todos los canales de televisión (excepto la tele pública y algunos medios locales).
  • Cuidado: se usan dos alfabetos, pero nunca se mezclan. Si escribes un texto en latino, estará entero en latino, y si lo escribes en cirílico, estará entero en cirílico. Mezclar ambos alfabetos se ve como signo de analfabetismo. Precisamente por esto, hay grafitis que mezclan ambos alfabetos como signo de transgresión (del mismo modo que en castellano se usa la k, por ejemplo).
Ejemplo de grafiti en el que mezclan ambos alfabetos. El texto en los dos alfabetos sin mezclar sería:
Ако не можеш да је слушаш, послушај је!
Ako ne možeš da je slušaš, poslušaj je!


Hay serbios que quitan importancia al cirílico e incluso te pueden llegar a decir que no hace falta que lo aprendas. (También hay serbios, los más nacionalistas, que ven el cirílico como el único genuino, pero con esa gente vamos a hablar poco). Sin embargo, mi experiencia me dice que si solo conoces uno de los dos alfabetos no vas a poder aprender bien el idioma ni acceder a la cultura: visitar Serbia conociendo solo uno de los dos alfabetos es prácticamente como ser analfabeto, pues va a haber muchos escritos que no puedas entender. Mi consejo es, sin duda, que aprendas tanto el latino como el cirílico y, sobre todo al principio, que intentes hacer todo en cirílico para forzarte a leerlo y escribirlo con fluidez. Es más sencillo de lo que puede parecerte y en un mes lo leerás casi igual de rápido que el latino.

No hace falta ni que lo diga porque seguro que ya lo sabes, pero si lo que aprendes es croata, no vas a tener dudas, el croata solo se escribe en alfabeto latino. Si aprendes montenegrino, te puedes encontrar el cirílico pero de manera mucho menos frecuente. Y si aprendes bosnio, la respuesta es un jardín en el que no me voy a meter aquí.

Métodos y recursos

Llego a la parte que seguro que le interesa a más gente: vale, ya me he decidido y estoy motivadísime, pero ¿cómo lo hago? Voy a enumerar algunos recursos que he probado y algunos otros que no.

Libros de texto

En primer lugar, libros de texto. Este que os escribe está a punto de cumplir 40 años; no sé si será por eso, pero la manera que más seguro me hace sentir para aprender un idioma es la clásica: libros de texto y clases con profesor o tutor. De las clases os hablé antes y os hablaré después; ahora hablemos un poco de los libros de texto.

Como os dije al principio, no hay recursos en castellano, con lo cual os voy a hablar de libros de texto en inglés.

Teach yourself Complete Serbian, de Vladislava Ribnikar y David Norris. Lo pongo el primero porque ha sido el que más me ha gustado de todos los que usé cuando empecé. Es bastante progresivo, cada lección tiene un texto, un apunte sobre gramática y algunos ejercicios. Cada capítulo está escrito en un alfabeto de manera alterna (uno en latino y otro en cirílico). Si te bajas la app de Teach Yourself tienes el audio de manera gratuita y además la propia aplicación te permite disminuir la velocidad del audio: esto es útil al principio porque los serbios hablan bastante rápido. El toque distintivo: al final del libro vienen las soluciones a todos los ejercicios, lo cual es fundamental si no tienes un profesor.

Lo puedes conseguir nuevo en Amazon o en librerías especializadas en idiomas. Igualmente, puedes conseguir de segunda mano la versión antigua, que se llama Teach yourself Serbian; es exactamente el mismo libro (la versión nueva solo añade un pequeño test de autoevaluación al final de cada lección), y los audios encajan perfectamente.

Colloquial Serbian, de Celia Hawkesworth. De la editorial Routledge, es -junto con el Teach yourself- el más fácil de conseguir y el que más probablemente tengan en tu librería de idiomas más cercana. Fue el libro con el que empecé y me sumergí en el serbio. Sin embargo, no es el mejor libro que puedes encontrar. Sube de nivel de manera bastante rápida, a veces utiliza palabras que no puedes encontrar en el vocabulario (ni el de la lección ni el glosario general del libro, con lo cual necesitas un diccionario aparte) y solo contiene la solución de algunos ejercicios. Aun así, tiene bastante cantidad de textos (tres o cuatro en cada lección) y los audios los puedes descargar gratuitamente desde la web de la editorial, así que va bien para practicar la lectura y la escucha.

Otro buen libro es Bosnian, Croatian, Serbian: a Textbook, de Ronelle Alexander y Ellen Elias-Bursać. Es un libro muy completo y con muchos ejercicios; además, todos los textos vienen en tres versiones: una bosnia, una croata y una serbia, con lo cual es fácil ver las diferencias y acostumbrarse a ellas para poder entender las otras variedades. Las soluciones a los ejercicios no están en el libro, pero pueden descargarse gratuitamente desde la web oficial del libro. Aparte del libro puedes comprar un CD (o encontrarlo) donde vienen los audios de todos los textos en velocidad normal y lenta. Como puntos en contra: a veces el vocabulario está un poco desfasado; además, está muy orientado a una clase tradicional (la autora es profesora en la Universidad de Berkeley y el libro lo ha publicado la de Wisconsin), de modo que la primera lección comienza hablando de cuadernos, libros y lápices y a mí se me hizo bastante anodina. Por último, se acompaña de una gramática de referencia (Bosnian, Croatian, Serbian: a Grammar with Sociolinguistic commentary) que es muy, muy exhaustiva e incluye una serie de capítulos finales sobre la situación social de la lengua serbocroata en Croacia, Bosnia y Serbia, pero con el defecto de que los conceptos gramaticales aparecen explicados por orden de "dificultad" y no por orden conceptual.

Paso ahora a hablaros de libros que os va a costar más encontrar en formato físico, porque no están en inglés, así que solo se comercializan en Serbia. En Internet pueden encontrarse en formato digital (no os puedo decir dónde, pero seguro que os las arregláis).

Srpski korak po korak, de Mirjana Danilović. Lo pongo el primero porque es el que recomiendan un montón de serbios en foros, y me consta que lo usan en muchos cursos para extranjeros en la propia Serbia. Sin embargo, no me parece de las mejores opciones. Está lleno de erratas tipográficas, y a veces las soluciones a los ejercicios no encajan con los ejercicios. Además, no tiene audios y el libro está entero en alfabeto latino; los textos en cirílico están todos al final del libro como apéndice, así que si quieres leerlos tienes que ir adelante y atrás en el libro. (La autora se justifica en que piensa que es didácticamente perjudicial estar alternando los dos alfabetos; yo estoy completamente en desacuerdo).

Učimo srpski 1 de Nataša Milićević-Dobromirov y Biljana Novković: me parece muy útil para empezar, porque empieza por lo más basico y va introduciendo conceptos nuevos muy poco a poco. No tiene explicaciones en inglés pero al menos al principio no le hace falta. Sin embargo, no tiene las soluciones a los ejercicios, así que necesitas a alguien que te los vaya corrigiendo. La misma editorial tiene también Učimo srpski 2 para el nivel A2, Az buki 3 para el nivel B1/B2 y Super srpski para el B2/C1, que deben de ser de los pocos libros de texto que existen para más de un A2. (Yo ahora mismo estoy con el Az buki 3 y me está gustando).

Finalmente, Naučimo srpski 1 de Isidora Bjelaković y Jelena Vojnović, publicado por la Universidad de Novi Sad. Bastante asequible para irlo haciendo poco a poco, bastante divertido a ratos, pero la edición con la que he estudiado yo parece muy amateur, no han gastado nada en diseño (incluso creo que la gente de las fotos son profesores y alumnos de la universidad, no son modelos ni fotos de catálogo). Igualmente, no tiene soluciones a los ejercicios y, si tiene audios, yo no los he encontrado. También tiene una segunda parte (Naučimo srpski 2) para A2/B1.

Como ves, hay mucho más material para principiantes que para niveles más altos. No te será un problema, una vez que tengas claro lo básico, los siguientes niveles solo serán internalizar estructuras para expresarte mejor y adquirir vocabulario.

Aplicaciones

Si buscas un enfoque un poco más -como dicen hoy- gamificado (¿el enfoque de un gamo?) me temo que tengo malas noticias de nuevo. Las más famosas aplicaciones para aprender idiomas no tienen nada en serbio: no hay Duolingo en serbio -ni en croata- y el contenido en Memrise es de una calidad bastante dudosa. Aun así, hay algunas aplicaciones que merecen la pena.

Drops es una aplicación que, por medio de juegos bastante simples, ayuda a aprender y retener vocabulario. Todo el contenido en serbio está en alfabeto cirílico (punto a favor).

Clozemaster es una de mis favoritas. Te presenta frases en serbio a las que les falta una palabra, y debajo la traducción en inglés, de modo que tienes que rellenar la palabra que falta en el hueco. Hay para un puñado de idiomas, pero en concreto para serbio han añadido varios miles de frases nuevas y ordenadas por niveles. Si eres un completo principiante no te servirá de nada porque no conocerás ninguna palabra, pero cuando lleves unos meses estudiando, esta aplicación te será muy útil para practicar las palabras que sabes y aprender muchas que no sabías.

Readlang no es una aplicación para el móvil, pero sí sirve como extensión para el navegador. Es muy útil cuando estás leyendo cualquier texto en serbio (o en el idioma que estés aprendiendo), porque habilita un mecanismo para que, al pulsar sobre cualquier palabra que no entiendas, aparezca encima su traducción al inglés (o al castellano u otro idioma, según lo configures). Después puedes consultar un listado de las palabras en las que has pulsado.

LingQ es una aplicación sobre todo para leer (aunque tiene algunos audios). Tiene diversos textos de los diferentes niveles, y se basa en que marcas las palabras que no conoces, para que luego con ellas te haga unas flashcards. No puedo decir mucho más de ella porque solo he usado la versión de prueba, que está muy limitada, y el precio me resulta demasiado caro.

He visto que hay otras aplicaciones que tienen serbio, como Mango o OkyDoky. No las he probado,  porque cuando las he descubierto ha sido demasiado tarde, y ya no me resultaban útiles los cursos para principiantes. Pero podéis echarles un ojo y contarme luego qué tal.

Audiovisuales

Lamentablemente, precisamente por lo poco demandado que está el serbio, no hay mucho contenido audiovisual en la red que sea apropiado para principiantes. El único que conozco se llama Teacher Boko y tiene un montón de vídeos, pronunciados de una manera muy clara y a un ritmo lento, perfectos para principiantes.

Interacción

Cuando ya tengas un poco más de nivel, puedes lanzarte a intentar interaccionar con gente en internet.

Creo que una buena idea es encontrar foros o grupos en redes sociales sobre temas que te interesen. En mi caso, empecé a interactuar con serbios por Twitter gracias a Eurovisión y, sobre todo, a la preselección serbia. Tampoco es mala idea pasarse por el foro r/Serbian de Reddit, donde además puedes preguntar dudas y la gente es muy simpática respondiendo.

También dentro de Reddit me parecen muy interesantes los subforos r/Serbia y el r/AskSerbia. Son foros de nativos y quizá no estés preparado para intervenir ahí, pero en muchos casos los temas que comentan son muy simples y usan un lenguaje muy sencillo.

Hay quien recomienda practicar idiomas con ChatGPT. Puedes probar, pero el problema de los modelos lingüísticos como ChatGPT es que han sido entrenados con el contenido que pueden encontrar en Internet. Por eso, son muy buenos en idiomas como el inglés o el castellano, que se utilizan en millones de webs. El serbio es un idioma de mucha menor presencia, así que ChatGPT a veces la caga bastante (aparte de que a menudo confunde el estándar serbio con el croata). Yo mismo una vez intenté chatear con él y a las dos frases se me cambió al ruso. No conseguí que volviera a hablarme en serbio, al menos ese día.

Contenido nativo: libros

Como comentaba arriba, hay muy poco contenido hecho para gente que aprende serbio. Apenas hay lecturas graduadas (más allá de los libros que ha autoeditado Snežana Stefanović, están en Amazon) y en cuanto a audio solo existen aquellos que vienen con los libros de texto.

Por eso, antes o después vas a tener que dedicarte al contenido para nativos. En cuanto a libros, hay diferentes opiniones:

  • Antes de llegar al A2 mejor ni te lo plantees. Léete los textos que vienen en los libros de texto y así vas practicando. Cualquier libro publicado para nativos estará fuera de tu alcance y te frustrará.
  • También puedes pedirle a ChatGPT que te escriba una historia adecuada para ese nivel, pero no te garantizo que el resultado sea bueno, por lo mismo que comentaba arriba. Depende de si le pilla de día bueno.
  • Mucha gente recomienda leer libros para niños. Respeto su opinión, pero no creo que sea la mejor opción: los libros para niños no son tan sencillos como podríamos creer. Si son para niños pequeños, las historias son fáciles de entender, pero el idioma no necesariamente, porque requiere una cantidad de vocabulario que, sin ser exagerada, probablemente sea muy alta para un principiante. Recordemos que incluso un niño que está aprendiendo a leer tiene ya un conocimiento pasivo del vocabulario mucho mayor que el que podamos tener nosotros, extranjeros. Yo mismo, en cierto momento, intenté leer fábulas para niños de unos 8-9 años y fracasé estrepitosamente porque estaban escritas en un lenguaje no apto para principiantes (concretamente, lleno de aoristos e imperfectos, que aunque los serbios no usen demasiado, todos entienden perfectamente).
  • Si ya tienes un A2 más bien avanzado, mi opción favorita, y mi consejo, es que intentes leer libros que ya conoces, sobre todo si los has leído varias veces: dado que ya conoces la historia, te resultará mucho más sencillo adivinar el significado de las palabras que no conoces. Os dejo algunas ideas:
    • Mucha gente recomienda El principito, porque es sencillo. Es verdad que lo es, yo también lo he intentado, aunque en mi caso no soy ningún fan del libro y preferí pasarme a otras lecturas.
    • Otra mucha gente recomienda Harry Potter. No me gusta la saga y no me gusta la autora, así que ni lo he intentado, pero si te gusta, adelante. Cualquier otra novela o saga muy pensada para consumo de masas (tipo Crepúsculo) será una opción aceptable.
    • Mi elección fue Los juegos del hambre, porque me encanta la saga, como ya sabéis. El nivel del lenguaje no es muy complicado y el vocabulario, más allá de un par de palabras específicas de la distopía, está bastante centrado en la naturaleza, lo cual es bastante útil.

¿Dónde encontrar los libros? Si puedes comprarlos originales, siempre es la mejor opción. El problema es que, si no vives en Serbia o en el espacio exyugoslavo te va a salir muy caro el envío (alrededor de 25 € cuesta el envío en las librerías más conocidas), y aquí apenas llegan libros en papel en serbio a librerías convencionales; si tienes suerte, en alguna de segunda mano (tipo Re-Read) puede que encuentres alguno. Amazon y otras librerías online tampoco tienen apenas libros en serbocroata.

Así que el recurso que nos queda son los libros electrónicos. De nuevo, lo correcto es comprarlos originales; sin embargo, de nuevo en Amazon apenas hay nada, y en la Casa del Libro, Fnac y otras tiendas electrónicas la situación es igual de mala o peor. Otra solución legal es comprarlos en Eden Books (la librería electrónica del grupo Laguna, uno de los más importantes de Serbia); yo he hecho la prueba con uno y, si bien los libros son baratos, solo puedes leerlos en tu móvil o tablet, y ni siquiera exportarlos, lo cual es completamente inconveniente. Al final la única posibilidad que nos queda es conseguirlos por otros medios, como el archivo de Anna, la Z-Library o Balkandownload (no enlazo por motivos legales, pero seguro que los sabes encontrar).

Contenido nativo: música, radio y pódcasts

En los años de Yugoslavia, Serbia era la cuna del rock yugoslavo, mientras que Croacia lo era del pop. Aunque se hacían todos los géneros en todo el territorio, Serbia y Bosnia vieron nacer a grandes bandas rock; Croacia, por su parte, encumbró a un montón de artistas pop (de hecho, en los 80 casi todos los representantes yugoslavos en Eurovisión eran de Croacia).

Hoy en día los géneros están bastante más repartidos, y mientras que Croacia ha seguido haciendo mucha música pop, Serbia se ha puesto al día, sobre todo fusionándolo con folk. Así que si te gusta el pop-folk balcánico, estás de enhorabuena, hay un puñado de radiofórmulas que emiten esta música casi todo el día.

Si prefieres otros géneros, también tienes algunas emisoras dedicadas a ellos. Y una cosa a destacar es la suerte de que la mayor parte de la música balcánica esté compuesta en idioma local y no en inglés, a diferencia de lo que pasa en otros países (como los del norte de Europa).

Creo que se habla poco de lo mucho que puede ayudarte la música a aprender, asentar y recordar vocabulario y estructuras gramaticales. Yo no partía de cero en esto porque ya era eurofán y las canciones yugoslavas o exyugoslavas solían gustarme mucho, así que ya me sabía unas cuantas (aunque no las entendiera). Cuando empiezas a aprender el idioma, los textos empiezan a tener sentido (como comenté en otra entrada del blog).

La cuestión es que, conozcas mucho o poco, emisoras como Radio S emiten la música más actual y también clásicos, como una radiofórmula al uso (me gusta escuchar sobre todo el programa matinal, porque no solo ponen música sino también comentan temas de actualidad o tienen concursos adonde llama la gente). También oigo a veces Radio Košava y, del lado de Croacia pero también centrada en folk-pop, Extra FM

Una cosa que echo en falta de la radio serbia, sin embargo, es encontrar emisoras convencionales: con programas donde hablen. Así que tengo que conformarme con la radio pública, Radio Beograd (que a pesar del nombre, es estatal y no local).

Para oírlas: aunque tanto Radio S como Radio Beograd tienen sus aplicaciones propias, yo para oírlas uso Radio Garden, que me permite cambiar entre todos los canales que oigo de manera rápida (y que además tiene una interfaz muy chula para descubrir canales de radio de cualquier punto del planeta).

(Llegados a este punto tengo que avisar de que ninguna empresa me patrocina).

En cuanto a pódcasts, he encontrado pocos que pueda entender medianamente bien y me interese. Yo he oído alguna que otra vez Evrovizijske priče (sobre Eurovisión desde el punto de vista serbio, lo hacen eurofans aunque lo produce la RTS), Na margini (sobre temas LGTBIQ en Serbia) y algunos de noticias que elabora Radio Slobodna Evropa (aunque no me guste nada la línea editorial de la cadena). Igualmente, en la web podcast.rs tienes un catálogo de pódcasts donde puedes ver lo que hay y probar.

Contenido nativo: vídeo y televisión

El otro medio de masas que me quedaba por comentar. Como comentaba, apenas existe contenido para principiantes en vídeo, así que al final te tienes que pasar a los vídeos para nativos.

Para ser un país relativamente pequeño, Serbia tiene bastantes canales de televisión; Croacia también, Bosnia un poco menos, y Montenegro es el que menos tiene. Sin embargo, casi ninguno de estos canales se puede ver en abierto desde fuera del territorio donde emite. La única excepción quizá sea la televisión estatal de Montenegro, RTCG, que puede verse por IPTV sin problemas. La pública de Serbia sólo emite por IPTV su canal internacional (RTS Svet, visible a través de su plataforma, RTS Planeta, algo parecido a RTVE Play).

La posibilidad a la que yo recurrí ya hace un año y pico es suscribirme a una plataforma de televisión por IPTV. Dado que la guerra desplazó a millones de exyugoslavos fuera de sus países y ahora viven desperdigados por Europa, América y Australia (principalmente), existen varias compañías cuyo negocio es distribuir (legalmente) paquetes de canales de los seis países exyugoslavos para que se vean desde cualquier lugar del mundo. Yo me suscribí a NetTVPlus, porque era la que más me convencía, pero también están mtel Global y exyu.tv. No son baratas, las tres tienen precios similares (alrededor de 22 euros al mes), pero si te gusta ver la televisión para aprender idiomas, es una buena opción. Creo que las tres tienen la opción de probarlas un mes gratis.

En cuanto a opciones gratuitas, aparte de la IPTV que ya os he comentado (no hay canales grandes, pero sí muchos canales locales de los cuatro países de habla serbocroata), hay algunos programas de televisión en Youtube:

  • Mi opción favorita son los concursos, porque no tienes que seguir un hilo, y puedes entender una pregunta sin haber entendido las anteriores. Mis favoritos son Štoperica (El cronómetro, del canal B92, pillan a gente por la calle y les hacen preguntas), Slagalica (El rompecabezas, este es más serio, es de la tele pública y lleva muchos años en pantalla), Najslabija karika (la versión serbia de El rival más débil) o Stigni me ako znaš (Alcánzame si sabes, también de la pública, pero es más desenfadado, es una especie de parchís en el que tienes que responder preguntas y que no te alcancen).
  • No soy muy de ver series porque no las entiendo bien y no puedo seguir el hilo, peeeero si te gustan, hay algunas que puedes ver en Youtube. Como comedia, Ljubav, navika, panika (Amor, costumbre, pánico) tuvo mucho éxito y los serbios la recomiendan bastante, aunque ya tiene algunos años.
  • Si te interesan las películas, quizá quieres echarle un ojo más a Dailymotion que a Youtube. Encontrarás muchas más películas serbias y croatas allí. En Filmin hay unas cuantas, pero son pocas y la mayoría son de los mismos dos o tres directores (Goran Paskaljević y Emir Kusturica). En otras plataformas no he visto nada.
  • Las películas extranjeras no se doblan al serbocroata, así que no vas a tener esa opción. Solo se doblan las películas y las series para niños, pero por algún motivo que escapa a mi razonamiento, Disney+ no facilita ver su contenido en serbio ni en croata. Sí que tienes, en SkyShowtime, series de Nickelodeon dobladas al serbio, al croata y algunas al bosnio (yo me estoy viendo Big Time Rush, y a veces veo Bob Esponja -Sunđerbob Kockalone-).

Me ha quedado un texto largo, pero que espero que sea de ayuda a todo aquel que llegue a este blog y le interese aprender esta bella lengua. Si tienes alguna pregunta, escríbemela por aquí debajo, o háblame por Bluesky, y la intentaré responder, si puedo.

Srećno! (Suerte).

viernes, 4 de octubre de 2024

Cuarenta

Ayer fue mi cumpleaños, cumplí cuarenta. Y había pensado escribir algo en el blog relativo a eso, pero no me viene ningún pensamiento positivo, así que esperaré hasta que los tenga y entonces pondré algo.

lunes, 30 de septiembre de 2024

Novedades: redes sociales y examen de serbio

Querides amigues, hace tiempo que no escribo aquí porque no encuentro ningún tema interesante, pero ya sabéis que cuando se me ocurre algo, vengo y os lo explico. También es verdad que la última vez fue en abril y hablé de muertos. No, no me he muerto, pero si me seguís en redes sociales ya lo sabéis.

Igualmente, tenemos que hablar sobre que ahora solo sepamos los unos de los otros en dos o tres sitios, siempre en los mismos, en las mismas tres redes sociales. Estoy abandonando oficialmente mi cuenta personal de Twitter. No la he cerrado, pero apenas entro. Básicamente, lo único que me interesa de ahí es poder leer noticias y memes en serbio, porque no los tengo en otra parte. Pero si queréis saber de mí, lo que antes hacía en Twitter (comentar cosas que me vienen a la mente) ahora lo hago en Bluesky. Hay mejor ambiente, menos bots y menos fascismo.

En Instagram sigo, pero entro poco y paso poco tiempo ahí porque me satura, y en Facebook entro un par de veces a la semana porque me cansa que me muestre más publicaciones de publicidad y páginas sugeridas que las de mis contactos.

De todos modos no he venido a hablar de eso, sino de que a principios de este mes (aún estamos en septiembre, aunque ya todos pensemos que ha empezado octubre) publicaron las fechas del examen oficial de serbio. Será a principios de enero y he decidido presentarme, así que ya estoy a tope preparándolo: hago un par de ejercicios del libro de texto cada día, aparte de repasar el vocabulario con Anki y Clozemaster diariamente como venía haciendo hasta ahora, oír música, pódcasts y radio, ver la televisión serbia y leer algún libro.

Además, me he apuntado a clases de grupo, empiezo mañana y serán dos clases semanales de una hora cada una, de aquí a mediados de diciembre. Esto y mi clase individual semanal espero que me ayuden a mejorar mi comprensión auditiva y mi fluidez al hablar.

La cuestión es que sé que me voy a presentar, pero aún no he decidido el nivel. Estaba segurísimo de presentarme al B1, pero mi profesor me ha picado diciéndome que él ve asequible un B2. A mí me parece mucho, pero ahora estoy picadísimo y mi pensamiento es que si estudio mucho de aquí a enero lo puedo conseguir. Ya veremos si voy cambiando de opinión en estos meses.

Pau me ha dicho que me presente al B2 y que, si no lo consigo, ya volveré a presentarme. Yo no lo tengo claro porque implicaría planear otro viaje a Belgrado, con todo lo que ello supone: pedir días en el trabajo, buscar vuelos, buscar alojamiento, y que todo no salga por un ojo de la cara. Algunos ya lo sabéis, pero a mí planear viajes me dispara la ansiedad. Bueno, planearlos y hacerlos. Después me encanta estar de vacaciones, pero la ansiedad la tengo igual.

Lo bueno es que todavía no tengo que tomar una decisión. Esta semana veré qué tal me va con las clases de grupo y seguiré estudiando diariamente.

viernes, 12 de abril de 2024

De muertos y de amigos

Hoy he visto un vídeo en TikTok de Jordi Cruz el bueno, el de Art Attack, y hablaba de que cuando hay eventos de Art Attack no quiere preguntar por antiguos presentadores porque a lo mejor les ha pasado algo.

Yo tuve esta revelación hace tiempo, ahora mismo no sabría decir cuándo. Pero llega un momento de la vida en que tienes que asumir (y asumes) que hay gente que conociste a la que le ha pasado algo. Pueden haberle pasado muchas cosas, pero como dice la frase aquella tan barata y tan repetida en círculos "wonderful", la vida es una enfermedad mortal. O, dicho de manera más friki-científica, cuando el tiempo tiende a infinito, la mortalidad tiende al 100%.

Cuando llegas a los 40 (yo los cumplo este año, y parece que fue ayer cuando empecé el blog y tenía 19) es imposible que no conozcas a ningún muerto. Y no me refiero a la familia, sino gente de fuera de ella. Gente incluso de tu edad, o más joven; amigos, conocidos, gente con la que has salido o te has relacionado, que ya no está (que está de viaje). Y sabes que a los demás les va a pasar lo mismo, la única duda es cuándo y si estarás vivo para cuando ocurra o ya no.

En mi caso, tengo un par de contactos en redes sociales que me consta que se han muerto. No de todos te enteras por su perfil, porque claro, es bastante probable que cuando te mueras nadie entre en tu perfil a publicar que te has muerto (¿alguien sabe la contraseña del tuyo?).

Me viene a la mente un chico con el que quedé en Sanlúcar la Mayor una vez en 2017, estuve tomando algo con él y me contó que era ingeniero químico como yo, que había trabajado unos años en una fábrica en Reino Unido y que por exposición a sustancias sin seguridad había tenido enfermedades laborales que le habían provocado alguna complicación. Pocos meses después de habernos conocido su perfil dejó de tener actividad. Un chaval que encontré poco después en una app de contactos resultó ser uno de sus mejores amigos y me lo confirmó.

Me viene a la mente también un danés residente en Londres con el que hice sexting alguna vez por Yahoo Messenger (imagina el tiempo que hace de eso) y años después me dio por buscarlo en Facebook, solo para encontrar un mensaje de algún familiar diciendo que la misa por él sería no sé qué día en no sé qué iglesia.

Con casi 40 años diría que incluso me puedo considerar afortunado de no haber vivido ninguno de estos procesos en ningún amigo cercano. Y aunque temo que llegue el día que ocurra, lamentablemente soy consciente de que va a ocurrir, y de que será duro, pero no es evitable. Y por eso tienes que disfrutar de tus amigos y de tu familia lo más que puedas.

jueves, 28 de marzo de 2024

De decisiones pasadas

El otro día hablaba con dos de mis amigos sobre los tiempos pasados... y uno de los dos se refería a los años 2000 como unos “buenos tiempos”. Entonces empezó el debate, porque yo generalmente suelo estar defensivo con la gente que idealiza el pasado. Es verdad que ha habido tiempos en los que hemos estado bien, incluso mejor que ahora, pero la mente es muy traicionera e idealiza lo pasado, haciendo que recordemos solo los buenos momentos y olvidemos los malos. O que recordemos los buenos sentimientos que tuvimos en algún punto determinado del pasado, y no el terrible contexto que nos rodeaba. Qué le vamos a hacer, es supervivencia.

Entonces, ese mismo amigo dijo que volvería a esos tiempos, no para quedarse, pero sí se daría una vuelta por allí durante un par de días. El otro dijo que solo volvería para cambiar decisiones tomadas. Y eso es lo que me dejó pensando.

Un pensamiento recurrente que tengo es el de reflexionar sobre cosas que tengo, que he hecho o lugares en los que estoy, y ponerme a pensar “¿quién me iba a decir a mí que...”, es decir, reflexiono sobre lo inescrutable del futuro, sobre cómo jamás hubieras pensado que estarías donde estás o que harías lo que haces, porque la gente cambia y evoluciona, y el mundo que nos rodea también lo hace.

Entonces me he puesto a pensar en grandes decisiones que tomé y que me llevaron adonde estoy.

¿Dónde estaría ahora si...

  • ...hubiera decidido esperar a que me dieran plaza en Informática en lugar de matricularme en Ingeniería Química, en Cádiz?
  • ...hubiera decidido estudiar las asignaturas de mi carrera cuando estuve de Erasmus en lugar de dejarlas porque no me encontraba a gusto en aquella facultad?
  • ...hubiera seguido adelante con mi plan de cambiarme a Traducción cuando terminé el primer ciclo de mi carrera?
  • ...hubiera seguido en las prácticas en Airbus en Cádiz en lugar de dejarlas para irme a trabajar a Sevilla?
  • ...hubiera acabado mi Proyecto Fin de Carrera nada más acabar las clases en Cádiz, en lugar de posponerlo para siempre?
  • ...hubiera decidido no empezar ninguna relación a distancia con Fede? ¿O si hubiera decidido no dejarlo por un capricho que no debí tener?
  • ...hubiera decidido no retomar la carrera en Sevilla?
  • ...hubiera decidido pasar de Juanjo cuando él empezó a hacerme caso?
  • ...hubiera decidido seguir en Sevilla y continuar en el máster en lugar de mudarme a Barcelona para trabajar de operario?

Todas estas son, en orden cronológico, decisiones que han marcado bastante mi vida. Y solo he puesto las que creo que fueron las decisiones más determinantes, pero cada día elegimos infinidad de cosas sin darle más importancia.

Obviamente, no podemos saber lo que habría ocurrido. Y, afortunadamente, estoy medianamente convencido de que el lugar al que habría llegado no sería, al menos en la mayoría de los casos, mejor que el actual.

Nietzsche afirma que la decisión que tomamos era la única que podíamos tomar, porque en esa situación, y con los datos y experiencias que teníamos, no podíamos hacer otra cosa. Y que si volviéramos a estar en la misma situación, haríamos lo mismo. Yo creo que en esto tiene razón y que, aunque yo mismo me atormento con lo que no debí hacer, es una actividad inútil.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Dom, Hogar

Hoy vengo a comentaros una canción que ha participado en la preselección serbia para Eurovisión 2024 que, sin ser mi favorita, me ha tocado un poco la fibra. Se llama Dom, "Hogar", y la canta Iva Lorens. Os pongo aquí el vídeo para que la oigáis mientras leéis, si queréis.


Ljuljaj me nežno, prodaj mi san
Da bolje ću preko, negde daleko
Nije moj kraj
Gde mi je majka? Gde mi je dom?
Kuća je prazna, ovde sam sama
Gde mi je dom?
Љуљај ме нежно, продај ми сан
Да боље ћу преко, негде далеко
Није мој крај
Где ми је мајка? Где ми је дом?
Кућа је празна, овде сам сама
Где ми је дом?
Méceme suavemente, véndeme un sueño
Que estaré mejor al otro lado, en algún sitio lejano
No es mi región
¿Dónde está mi madre? ¿Dónde está mi hogar?
La casa está vacía, aquí estoy sola,
¿dónde está mi hogar?

La primera estrofa, lenta y misteriosa, nos introduce el tema de la canción. Estoy sola, la casa está vacía, véndeme un sueño de que estaré mejor en otro lado. La autora (que es la propia cantante) está lejos del hogar, en una casa vacía: ha emigrado. Y echa de menos su familia y su hogar.

Da l' je san il' java?
Kroz utehe ja haram
Nemam kome da se javljam (Ah, ah)
Samo brojim dane
Kažu zapni kada staneš
Nemam više snage (Ah, ah)
Да л' је сан ил' јава?
Кроз утехе ја харам
Немам коме да се јављам (Ах, ах)
Само бројим дане
Кажу запни када станеш
Немам више снаге (Ах, ах)
¿Es sueño o realidad?
Voy saqueando consuelos
No tengo a quién llamar (ah, ah)
Solo cuento los días
Dicen, sigue intentándolo cuando te pares
Ya no tengo fuerza (ah, ah)

Aquí cambia el ritmo, aunque la voz continúa siendo tenue y misteriosa, y empieza uno de los dos temas musicales que se repiten a lo largo de la canción. Cuando has emigrado y no estás a gusto (puede ser bastante frecuente) muchas veces acabas disociando, pensando que esta no es tu vida, que lo que estás viviendo no es real y que pronto volverás a ella; que esto es como un sueño. Y te agarras a cualquier cosa. Cuentas los días, sabes que tienes que seguir, hasta el día en que se acabe, pero a veces no sabes cómo lo harás porque no puedes más.

Utonula u san
Samoj sebi predaleko
Uklapam se ja
Premalo za sad
Утонула у сан
Самој себи предалеко
Уклапам се ја
Премало за сад
Caí en un sueño
Demasiado lejos de mí
Me adapto
Demasiado poco por ahora

Aquí se repite la idea de que no es la realidad, de que has caído en un sueño, pero en uno que está lejos de ti. No es tu realidad, esta no eres tú. Y aunque no sea tu realidad, intentas encajar, intentas adaptarte, intentas no ser el extranjero. Pero por más que lo intentes, es demasiado poco. No lo consigues.

Je l' ti tamo prija?
Evo, stižem i ja
(Uklapam se ja, premalo za sad)
Је л' ти тамо прија?
Ево, стижем и ја
(Уклапам се ја, премало за сад)
¿Te gusta estar allí?
Entonces yo también voy
(Me adapto, demasiado poco por ahora)

El segundo tema que se repite varias veces durante la canción es este. Y creo que tiene más de una interpretación, según quien sea que diga la frase. Y sea como sea, la cuestión es que es una conversación que se repite mucho cuando estás emigrado y hablas con la familia o los amigos. Ah, oye, si allí estás bien, yo también me voy. A veces lo dicen en serio, y otras (la mayoría) es algo que se dice sin más intención. Y a veces dices que estás bien aunque sea mentira, porque te ahorras explicaciones.
 
Utočište moje
Na pragu ove sobe
U domu gde sam sebe spoznala (Ah)
Nisu samo pare
Kola i separe
Mnogo više priča ima (Ah)
Уточиште моје
На прагу ове собе
У дому где сам себе спознала (Ах)
Нису само паре
Кола и сепаре
Много више прича има (Ах)
Mi refugio
En el umbral de esta habitación
En el hogar donde me conocí a mí misma
No solo es el dinero,
el coche y un reservado
Hay muchas más historias

Habla desde su habitación, su refugio en un mundo hostil, un lugar donde puede estar sola, donde no tiene que preocuparse por encajar. Y después da un dato importante: has emigrado y ahora vives en un sitio que te ofrece una vida con más lujos y comodidades que el lugar de donde venías. Pero no todo son los lujos, hay mucho más de lo que no sueles hablar.

Je l' ti tamo prija?
Evo, stižem i ja
Da ti pokažem šta ima
Је л' ти тамо прија?
Ево, стижем и ја
Да ти покажем шта има
¿Te gusta estar allí?
Entonces yo también voy
Para mostrarte lo que hay

La canción cierra mezclando la música de un tema con la letra del otro. Me vuelvo a casa, me vuelvo y te voy a contar todo lo que he vivido.

No es la primera vez que hablo de la emigración en mi blog. Más de una vez he hablado de la sensación de no ser de ninguna parte o de estar fuera de lugar. Pero no lo puedo evitar, con 23 años me fui de casa y no he vuelto, ser emigrado es parte de mi personalidad. Y no siempre he estado mal, cuidado. Sevilla fue mi casa, con todo el derecho. Pero también es cierto que el primer año que pasé allí no estuve bien, estaba fuera de lugar, me sentía extraño en una ciudad que no conocía y en un trabajo que odiaba. La pesada losa de la emigración la sentí mucho más en Hamburgo. Jamás estuve a gusto allí, jamás sentí que aquella pudiera ser mi casa y durante mucho tiempo me arrepentí de estar allí: a pesar de que ahorré lo más grande, contaba los días para volver y me evadía en cualquier cosa que me hiciera olvidar cuál era mi situación. Aquí en Catalunya no estoy mal, pero algunos días sí que me siento así, fuera de lugar y echando de menos mi hogar, aunque no esté del todo seguro de cuál es.

Por eso me he visto tan reflejado en esta canción y la he necesitado compartir con ustedes. Espero que os guste.

jueves, 8 de febrero de 2024

La luna y el mes

En serbio, tanto mes como luna se dicen mesec (месец). No es sorprendente porque entre las fases de la luna pasa aproximadamente un mes. Mesec viene del protoeslavo měsęcь, del protoindoeuropeo mḗh₁n̥s que significa lo mismo, mes y luna. Esto pasa igual en otras lenguas indoeuropeas como el persa (mah) o el lituano (mėnuo).

En las lenguas germánicas, tanto mes como luna se denominan con palabras diferentes, pero ambas han derivado de la misma palabra indoeuropea, de ahí el inglés moon/month o el alemán Mond/Monat.

¿De dónde viene entonces la palabra luna, que ya en latín se decía luna? Del protoindoeuropeo lówksneh₂ que deriva de la raíz lewk-, brillar. Es decir, que los itálicos dejaron de denominar a la luna por su cualidad mensual para empezar a llamarla por su brillo. De esta raíz también viene la palabra lucir, así que, básicamente, la Luna es la que luce.

Esta raíz no solo la tomaron los itálicos; a partir del mismo origen, los armenios llaman a la luna lusin. Otros pueblos indoeuropeos también empezaron a denominar a la luna por su brillo aunque con otras palabras: hoy se dice en albanés hënë y en hindi cad (relacionadas con el castellano candor), en irlandés gealach.

El rumano, por otro lado, ha tomado el camino largo para acabar denominando con la palabra lună tanto a la luna como al mes. La palabra latina luna también se ha introducido en otras lenguas eslavas, que a diferencia del serbio, ahora hacen la diferenciación entre mes y luna (búlgaro месец/луна, ruso месяц/луна)

Quizá el caso más curioso sea el polaco, que denomina a la luna księżyc. Esta palabra viene del protoeslavo kъnęžiťь, que significa hijo de un príncipe.