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lunes, 18 de agosto de 2025

La alienación de la publicidad

Pensaba ahora en un anuncio de El Corte Inglés sobre la vuelta al cole que echaban cuando yo era chico, que tenía una canción que decía: volver a empezar otra vez, volver a estrenar zapatos y libros...

Y entonces he pensado que qué es eso de estrenar zapatos y libros, cuando yo iba con los zapatos que ya tenía y los libros eran muy a menudo heredados de mis hermanas o de algún vecino o conocido que ya no los necesitaba.

Entonces me he puesto a pensar en la alienación que he sentido siempre hacia muchísimos anuncios de la tele por diferentes motivos.

Esta alienación tenía varios planos. En primer lugar, una alienación de clase. Los anuncios están dirigidos, lógicamente, a gente que puede pagar sus productos. En mi casa siempre hemos sido pobres. Vivíamos del salario de mi padre y éramos 7 en casa, y aunque no pasábamos necesidad, jamás tuvimos para ningún lujo. A partir de 1993 y de la separación de mis padres, vivíamos 6 de la pensión que mi padre nos pasaba (en esa época mis hermanas mayores se tuvieron que buscar algún trabajo para aportar algo más en casa). A mediados de los 90 casi todo el mundo tenía coche, pero no era nuestro caso. Ni siquiera teníamos algo tan mundano como un vídeo.

La segunda alienación era geográfica. Los anuncios se hacen desde Madrid para gente de Madrid, están rodados en Madrid, y se refieren a sitios de Madrid. La gente de los anuncios habla como en Madrid. Y lo que ya sabemos que ha pasado siempre y sigue pasando, cuando sale alguien con otro acento es para caricaturizarlo. La única gente que hablaba como yo en la televisión (en muchos casos de manera falsa) era la que se pretendía que hiciera gracia (y casi nunca la tenía).

Y la tercera vino más tarde, a partir de darme cuenta de quién era. La tercera alineación es la heteronormativa. Los anuncios (hoy en día no son todos, pero sí la mayoría) se dirigen a heterosexuales. Los anuncios más serios, a parejas heterosexuales con hijos (en mi casa ya no éramos una familia tradicional, así que tampoco nos podíamos identificar). Los anuncios más juveniles, a jóvenes heteronormativos: chicos heteros con intereses heteros, y chicas heteros con sus intereses heteros. Ningún anuncio mostraba a gente como yo.

Supongo que estos tres factores han hecho que muy pocas veces me interese algún producto por haber visto su anuncio.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Series adolescentes - Física o química y La pecera de Eva

Hoy he terminado de ver la tercera temporada de Física o Química.

Más allá de que me podáis llamar quinceañero o cualquier otra cosa, sí, diez años después de haber salido del instituto me da por ver una serie de institutos.

- Me gustaba Nada es para siempre al principio, pero luego se volvió anodina. Además los personajes nunca me terminaron de encajar; Adrián, el gran protagonista, era demasiado... "perfecto". Parecía que pretendía ser un remedo de Íñigo, de ASDC.

- Me gustó Al salir de clase en su cuarta temporada, no me la perdía nunca (y el día que no iba a estar en casa, la programaba en el vídeo), aunque ya para la quinta perdí el interés. Las tramas estaban mucho más conseguidas que en NEPS, los personajes eran más complejos, y desde luego los personajes masculinos eran más atractivos, jajaja. Me encantaban Sergio y luego Jaime, y cuando años después repusieron las temporadas 2 y 3 por Telecinco Estrellas, me hice fan de Dani.

- Compañeros no se podía ver en casa por la hora en la que se emitía, aunque algún que otro capítulo grabé en vídeo para poder verlo luego. La verdad es que muchos de los personajes me caían bastante mal, me parecían feos o con cara de malos. Sin embargo Quimi fue uno de mis amores de juventud. Sólo de juventud, claro, porque lo veo ahora (y fuera de la serie) y no me llama nada la atención.

Y actualmente estoy enganchado a dos, La pecera de Eva y Física o química, muy diferentes entre sí.

- He de confesar que me aficioné a La pecera de Eva por comentarios de mi madre, que me dijo que saldría un chaval que seguro que me gustaba. Y ciertamente, Leo me encanta, no sólo el actor, sino también el personaje. Pero no es lo único que me gusta de la serie; me parece una producción muy interesante. Es de bajo coste, los capítulos son cortos, pero las tramas son intrigantes. Para los que no la conozcáis, Eva es psicóloga en un instituto, y es la protagonista, así que todas las historias son hilos de traumas de los alumnos (vale, salvo un par de ellas en donde la implicada es Eva). Y lo mejor es la manera que tiene Eva de tratar los problemas de los chavales. A veces he llegado a pensar que algún diálogo no era muy natural, hasta que leí en Internet que la serie no tiene diálogos escritos, sino que los guiones sólo contienen situaciones y los diálogos se improvisan. Así que esta serie tiene que parecerme GRANDE. Afortunadamente, está disponible online en la web de Telecinco.

- No sé por qué motivo, pero hace algo más de un año me aficioné a Física o química. Por aquel entonces, Antena 3 no tenía colgados los capítulos completos de las dos primeras temporadas, así que estuve viendo los resúmenes; lo que yo no sabía es que me estaba perdiendo MUCHO (condensaban 75 minutos en 30, menos de la mitad). Pero después de la segunda temporada, no sé por qué, me olvidé un poco de la serie. Hace poco, con el boom internáutico de "Me quemaría por dentro", me apeteció retomar la serie por donde la dejé, y en una semana he visto la tercera temporada completa (¡gracias, seriespepito!). Tiene un estilo muy Compañeros, en cuanto a estilo, duración y otros aspectos, pero personalmente me gusta mucho más. Los personajes son mucho más agradables (bueno, salvo Alma y algún otro). Y esta tercera temporada me ha cautivado del todo, sobre todo David.

No sé si empezaré a ver la cuarta, no sea que me pique mucho otra vez... jajaja.