viernes, 31 de octubre de 2025

¿Tú no estabas enfadado conmigo?

Tengo una relación un poco tormentosa con los enfados. Concretamente, con el hecho de que la gente se enfade conmigo.

No es que piense que lo hago todo bien, me equivoco y no me cuesta reconocerlo. No tiene nada que ver con eso, es algo que tiene más que ver con la gestión de las emociones.

En el transcurso de mi vida, una de las cosas que he aprendido es que enfadarse es un malgasto de tiempo, de energía, de emociones. Que cuando aprecias a alguien, es mucho más constructivo sentarte y decirle: mira, no me ha gustado esto, me ha hecho sentirme mal. Por eso, es raro que me veas enfadado. Puedo estar molesto, por supuesto, pero enfadarme es algo que hago un par de veces al año, quizá, y me voy por lo largo.

(Es de lo poco positivo que me llevo de la relación con mi último ex. Ejercité y desarrollé la paciencia de una manera sobrehumana.)

Sin embargo, me cuesta entender (mejor dicho: no acepto) que la gente se deje llevar por la irracionalidad y, cuando tiene un desacuerdo conmigo, se enfade, en lugar de decírmelo de manera constructiva.

Sé que todos tenemos una parte irracional y que no debo juzgar a la gente por tenerla. Pero sí creo que se puede elegir hacerle caso o no. Por eso, si hablamos lo suficiente, me oirás decir que enfadarse es una decisión.

Así que cuando alguien se enfada conmigo, me enfado yo, porque me siento castigado e injustamente tratado. Porque esa persona ha decidido castigarme. Y esto hace que cuando alguien se enfada conmigo, quiera echarlo de mi vida. Es mi parte irracional, a la que me esfuerzo por no hacer caso.

Quizá es un reflejo de haberme tenido que enfrentar a muchas cosas solo. Es duro perder a gente a la que quieres, pero es más duro sentirse castigado injustamente. Ya estoy mayor para eso.

También hago el ejercicio de pensar que la gente reacciona irracionalmente a veces, y hago el esfuerzo de no separarme de esa persona, si sé que me aprecia y yo también la aprecio. Pero también es un poco molesto tener que racionalizar yo el comportamiento que es el resultado de que la otra persona no haya querido racionalizar.

De ahí viene una frase con la que he crecido, que decía mi madre, decían y dicen mis hermanas, y que es tan expresiva como, a veces (solo a veces), injusta.

¿Tú no estabas enfadado conmigo?

Es una frase que a la vez expresa tristeza, enfado, pero sobre todo despecho, y a la vez fuerza a la otra persona a hacerse cargo de sus emociones. Impide que haga como si nada hubiera pasado.

Me gustaría ser más constructivo yo también y no tener que recurrir a expresar mi despecho de esa manera. Quizá incluso sería mejor no sentir ese despecho. Pero bueno, cuando me tratan de manera irracional, comportarme de manera un poco irracional es una licencia que me permito.

No hay comentarios: