Leo en el blog de mi querido amigo Aitor un texto muy bueno sobre lo que la mayoría de la gente piensa acerca del estudio de idiomas.
Hace mucho que estudio idiomas solo por curiosidad. No solo para comunicarme, sino para saber: me interesa mucho cómo funcionan los idiomas, cómo se expresan las cosas.
Sin embargo, la gente no entiende así los idiomas. La mayoría de la gente piensa que las lenguas solo son útiles para entenderse. Por eso hay muchos que se alegrarían si todos habláramos el mismo idioma. Y además, mucha gente no entiende que a alguien le interese estudiar lenguas menores.
Desde chico he tenido que aprender inglés en el colegio, no es nada extraño, todos los escolares tienen que aprender inglés. La primera lengua "menor" por la que me interesé fue el portugués, cuando tenía 13 años. Dado que la estudiaba por mi cuenta e informalmente, mi familia lo encontraba extraño, pero no le daba importancia.
Las cosas fueron diferentes cuando me apunté a estudiar alemán en la Escuela Oficial de Idiomas, con 15 años. Mi madre estaba de acuerdo en que era un idioma útil y que era buena idea, pero ella no habría elegido como yo. Me dijo, "yo preferiría que terminaras el inglés". Terminar. Como si fuera posible.
¿Cuándo terminamos de aprender un idioma? ¿Conocemos del todo el nuestro propio? ¿Acaso podemos hacerlo? Yo pienso que no.
Entonces, ¿qué significa terminar de aprender inglés? Bajo este criterio, ¿cuándo es aceptable empezar a aprender otro idioma? No redundaré en la idea porque ya me habéis entendido.
Solo es un ejemplo de la reacción hacia el alemán, aunque sea una lengua muy popular. Cuando se trata de lenguas menos populares, esta reacción se magnifica. Me pasó lo mismo cuando aprendí catalán. En este caso, además, se trataba de política. Crecí en una zona monolingüe, donde mucha gente tiene una actitud insana hacia otras lenguas del Estado. Y esa gente no cree que sea útil aprender catalán. De hecho, les gustaría que el catalán desapareciera, y que los catalanes y valencianos hablaran solo castellano.
(Por suerte, también hay mucha gente que respeta otros idiomas).
Con el tiempo, la gente ha empezado a respetar mis intereses y aficiones. Cuando era joven, recibía multitud de juicios no solicitados sobre el catalán y sobre mi decisión de aprenderlo. Eso ya no me pasa. Cuando la gente se entera de que aprendo serbio, algunos preguntan por qué, pero nadie me ha dicho que es inútil ni que sería mejor que aprendiera otro idioma.
Creo, como Aitor, que detrás de todo esto se encuentra una mentalidad perversa, la del capitalismo. Todo lo que hacemos debe ser productivo, debe ser útil: y algo solo es útil cuando te permite ganar dinero. Aprender lenguas menores para hablar con gente no es productivo, y por lo tanto no es útil. Aprender para entender libros de otras culturas no es útil, aprender para saber qué pasó y por qué ocurrió no es productivo, no es útil y, por tanto, solo es aceptable si te sobra el tiempo libre.
Yo rechazo este punto de vista y continuaré estudiando idiomas, me da igual su extensión, me da igual su utilidad. Los idiomas me hacen feliz.
1 comentario:
Estic molt a favor de la teua opinió i de la d'eixe tal Aitor del qual tothom en parla. M'agradaria tindre la teua capacitat i perseverança (i també per a aprendre fonètica (emoji de plorar))
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