En algún momento tenía que pasar, y ha sido hoy. Con casi nueve años de carné, ha sido la primera vez que causo un accidente. Con terceros y con culpa.
He ido a girar a la izquierda sin ceder a los que venían de frente. Ni siquiera vi que existían coches que venían de frente. Hasta que he tenido a la señora encima de mí.
Por suerte no ha sido grave, aunque ahora estoy sin coche. No ha habido ningún daño físico, ni mío ni de la otra señora. Pero por un lado, no sé cómo voy a ir a trabajar, y por otro, tengo un susto que no lo aguanto.
Cada vez que cierro los ojos veo el Nissan azul que viene en mi dirección. Los airbags saltando y el claxon sonando. Y huelo ese asqueroso olor a quemado (¿nitruro de sodio?) que venía con los airbags.
Que estoy exagerando, lo sé. No ha sido nada. De hecho tuve un choque más gordo en 2009, incluso con contractura muscular. Pero este es el primero que es por mi culpa, y este ha sido de frente (el otro fue por alcance). Este lo he visto venir, solo que demasiado tarde. Y, por otro lado, a alguien que hace 60 km cada día lo más normal es que le pase alguna vez algo de este tipo.
Y por supuesto, esto deja en suspenso mis clases de moto. No he parado de pensar que si me hubiera pasado en moto, me habría comido el suelo de mala manera.
Tengo que tener más cuidado y hacer las cosas mejor.
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