Sí, hoy (¿ayer?) ha sido mi primer día de turno de noche y ha sido bastante... extraño, por decirlo de algún modo.
Entras a las 23, te pones a trabajar fresco como una lechuga, y a partir de la 1 empieza a entrarte el bajón. Sigues bajando hasta que a las 3 paras para comer algo, pero cuando vuelves es aún peor. Vamos, que de 5.30 a 6.30 apenas he rendido, era imposible. Ahora son las 8 y por culpa de la Coca-Cola que me tomé antes de salir del trabajo, no tengo sueño.
Lo mejor es cómo se trastocan los ritmos, me levanté
A destacar, la extraña sensación de no notar que cambias de día. Que hoy es martes pero para mí sigue siendo lunes. Además del curioso ambiente de trabajo que se vive por la noche, es un tanto extravagante y más familiar. Y no porque fuéramos pocos, precisamente.
Creo que intentaré dormir ahora, después de mirar Facebook y mis foros. Y a ver a qué hora me levanto. Espero que después de las 15.
PD: Otro error: escuchar The winner takes it all de ABBA en según qué circunstancias.
1 comentario:
jjj, los cambios de turno son horribles. Por eso nunca fui chapero :-P no aguantaría trabajar toda la noche, me quedaría frito jj
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