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jueves, 29 de diciembre de 2016

Outside

Como ya sabréis, el pasado domingo murió el cantante británico George Michael, vocalista del grupo de los 80 Wham! y luego artista en solitario. Lo recordaréis de canciones míticas como Last Christmas, Wake me up before you go-go (con Wham!), Faith o Freedom (en solitario).

Faith

Nunca fui fan de George Michael. Cuando estuvo de moda yo era muy joven, así que nunca me llamó la atención, aunque a mis hermanas mayores les gustaba. Y posteriormente, en la época en que me empezó a interesar la música, las canciones de este señor no iban conmigo; probablemente, porque eran de un estilo que nunca me gustó (me vienen a la mente As e If I told you that, a ambas puedo encontrarles el gusto hoy, pero hace dieciséis años no).

Si nunca fui su fan, ¿a qué viene que hable ahora de él? Porque lo merece. Os cuento.

Pongo en antecedentes para quien no conozca a este señor. George Michael era homosexual, aunque él no lo declaró públicamente, ni en la época de Wham! ni al principio de su carrera en solitario. En abril de 1998, sin embargo, fue arrestado por acto obsceno en Beverly Hills, California. El acto obsceno fue enseñarle el rabo a otro señor mientras hacía cruising. El problema es que este otro señor era un policía de paisano que le había tendido una trampa.

Lo épico fue la reacción de George Michael. Se negó a declararse inocente en el juicio (nolo contendere) y fue condenado a una multa de 810 dólares y 80 horas de servicio comunitario. Por hacer cruising en un baño público.

Si ya esto es suficiente motivo para estar orgulloso de este hombre (recordemos, un personaje público, famoso), la cosa no queda ahí. En octubre de ese mismo año, y como primer single de su disco recopilatorio, lanza la canción Outside (que se traduce como «fuera, en la calle») donde satiriza todo este acontecimiento. El vídeo es una verdadera parodia de la represión sexual de las leyes estadounidenses, y en la letra habla abiertamente de sus preferencias sexuales: la letra no decía que le gustaran los hombres, eso ya había quedado claro en el escándalo; Outside habla de no recluir tu sexualidad a la intimidad de tu casa. Quería dejar claro que no se arrepentía de su episodio de cruising.

Outside

Esta canción llegó muy, muy adelantada a su tiempo. Si hoy en día cualquier leve demostración de sexo en público escandaliza, podéis imaginar qué se pensaba del cruising en 1998. Pero es que su autor ya estaba adelantado a su tiempo, y con esto no hizo más que gritar contra la asquerosa represión social, contra la homofobia que, si bien ahora es asfixiante, en los años 90 lo era mucho más.

No puedo decir que el gesto de este señor me influyera porque lo vi desde mucha distancia y sin enterarme de lo que pasaba. Yo en 1998 estaba pasando mi pequeño drama particular de sospechar y luego darme cuenta de que era gay, y posteriormente de estar aterrado de que cualquier persona llegara a saberlo (las cosas que pasan cuando uno está en el armario con 13-14 años). Sin embargo, me puedo imaginar que fue de gran ayuda para muchas otras personas que estaban dentro del armario y asustadas por la homofobia de la sociedad en la que vivían. Me lo ha confirmado Owen Jones en su artículo del lunes pasado en The Guardian.

No quiero dejar de enlazar aquí un tuit suyo que resume todo esto.


A George Michael no solo hay que agradecerle eso, nunca tuvo miedo de dar la cara por aquello en que creía. Criticaba duramente la imagen azucarada y sexualmente inofensiva que daban los medios sobre el colectivo gay. Nunca negó ser votante de los laboristas (a pesar de que los defensores de Thatcher se arrogaran a Wham!), e hizo conciertos en favor de los mineros en huelga contra Thatcher (1984) y en favor de las enfermeras del servicio público de salud (2006). Se posicionó públicamente en contra del gobierno de Blair tras su implicación en la guerra de Iraq, lanzando una canción (Shoot the dog) que provocó muchas críticas.

Así que comprenderéis por qué escribo este texto. Aunque no fuera seguidor de su música, tengo claro que fue una persona digna de admiración. Creo que el mundo está peor sin él, y lamento que no haya más gente que aproveche su posición de fama para alzar la voz sobre causas necesarias.

Que descanse.

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