Y como vino, se fue.
El temido momento llegó. Se acabó y gracias por venir.
Al menos no se me podrá reprochar que no hiciera todo lo que estaba en mi mano. Pero no ha sido suficiente. Al fin y al cabo, no siempre se puede ganar.
Siempre me quedará el recuerdo de cuatro días muy grandes con una persona encantadora.
Habrá que mirar adelante. Aunque va a costar.
Desde hace 20 años hablo aquí de mi vida y reflexiones, de idiomas, de Eurovisión... es mi blog personal, así que si no me conoces, probablemente no te interese lo que escribo. (Si me conoces, es posible que tampoco).
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jueves, 27 de octubre de 2016
miércoles, 19 de octubre de 2016
Equipaje
Si hay un motivo por el que me encanta la serie Cómo conocí a vuestra madre es porque me puedo sentir identificado con muchas de las escenas o de los planteamientos de la serie. Hay muchas de ellas que me recuerdan a épocas de mi vida, y otras que obviamente no he vivido, y que no sé si llegaré a vivir.
Por motivos que no puedo desvelar, llevo un par de días pensando en el equipaje. Me explico: esto del equipaje se refiere a las experiencias, traumas o costumbres que arrastras de tu pasado cuando comienzas una relación.
En la serie, el protagonista se preocupaba por el equipaje que llevaban las mujeres a las que iba conociendo y con las que pretendía establecer una relación seria. Sin embargo, se acaba dando cuenta de que él también llevaba equipaje y no era precisamente liviano.
En mi caso, me preocupo más por mi propio equipaje. Sé que voy cargado y, aunque con los años he podido desprenderme de bastante lastre, también he ido recogiendo otro tipo de peso. Cuando empecé con mi relación en 2009 llevaba una mochila pequeña pero pesada, y cuando empecé con la de 2012 notaba otras cargas. No sé cómo llegaré a la próxima (ni siquiera sé si la habrá), pero tengo claro que habrá que hacer todo lo posible por soltar las cargas más pesadas.
Una vez, hace nueve años, conocí a un chaval que me dijo que no quería conocer a personas con problemas (así en general), que las quería muy lejos de él. En su momento me chocó que me dijera eso, pero no sabía realmente por qué. Hoy en día creo que lo identifico, y es porque no existe la gente sin problemas. La gente viene en paquetes completos, con virtudes y defectos, con circunstancias positivas y negativas.
Y, sin embargo, no paro de pensar en que, cuando te gusta alguien, si de verdad te interesa, no ves su equipaje como un problema. Al revés, quieres hacer lo posible por conocerlo, y así poder ayudarlo a desprenderse de él, si fuera necesario.
Pues precisamente eso me pasa estos días. Sé que viene cargado, pero no me importa el equipaje que traiga. Sé que merece la pena.
martes, 4 de octubre de 2016
Anuncio. Desdoble de blog
Queridxs lectorxs:
he decidido desdoblar mi blog, porque me ha acabado chirriando demasiado la mezcla de temas.
Así que a partir de hoy, los artículos sobre política los he pasado a otro blog que os enlazo aquí.
Últimamente me apetece escribir cosas más personales y me he cortado para no mezclarlas con textos más serios y bien pensados.
Un saludo a todxs.
he decidido desdoblar mi blog, porque me ha acabado chirriando demasiado la mezcla de temas.
Así que a partir de hoy, los artículos sobre política los he pasado a otro blog que os enlazo aquí.
Últimamente me apetece escribir cosas más personales y me he cortado para no mezclarlas con textos más serios y bien pensados.
Un saludo a todxs.
lunes, 3 de octubre de 2016
Treinta y dos
Un año más ha llegado el otoño, ha llegado octubre, y ha llegado el día 3, el día en que celebro mi cumpleaños. Una fecha como otra cualquiera, pero que por caer justo al final del verano, se junta con muchos otros cambios, comienzos y fines. De hecho, siempre he contado mis años por cursos académicos, día arriba día abajo.
Este año se cumplen treinta y dos. Tampoco es un número especial. Pero ninguno de los cumpleaños es como los anteriores. Son más años, más kilos, menos vitalidad, y más experiencia. Cada edad tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y hay que saber aprovechar las ventajas y minimizar los inconvenientes.
Los treinta y dos me llegan en un momento de incertidumbre, en el que no sé lo que me espera, no sé lo que voy a hacer, no sé adónde voy a acabar. Si bien esto es cierto durante toda la vida, porque el futuro es desconocido, este año es más cierto porque no tengo planes a más de dos semanas vista. Muchas ideas, muchos deseos, algún que otro proyecto de futuro, mis castillos en el aire (si no no sería yo), pero nada sobre el papel.
Sin embargo, a pesar de todo esto, me pilla en un momento positivo. Quizá sea por toda la gente que he conocido durante los treinta y uno, y que espero conocer más en los treinta y dos, pero confío en que este nuevo año será globalmente enriquecedor. No sé si en lo profesional, pero desde luego, sí en lo personal.
Por todo esto, bienvenidos sean los 32 y todo lo que van a traerme.