Fin.

Bueno, tenía que llegar este momento. Final de mis tres semanas de vacaciones de verano. Tres semanas que han tenido luces y sombras, pero que han sido maravillosas al fin y al cabo, y que coronan el mejor verano que he tenido hasta ahora. Puedo decirlo sin vacilar, lo tengo muy claro. No sólo por quien he tenido al lado, que por supuesto es el responsable de que lo haya pasado tan bien, sino por todo lo que he hecho y conocido.

Recopilando, han sido seis días en Tenerife y tres tardes en Chipiona, una semana en San Fernando con mi madre y mis hermanas, y un fin de semana en Alcalá y Sevilla, éste que acaba hoy. Experiencias de las que sin duda voy a aprender mucho.

Mañana habrá que volver a la rutina, y sé que será especialmente doloroso. Si ya en mi trabajo me habían dicho que los lunes no se me podía hablar (sobre todo últimamente, que estaba teniendo unos grandes fines de semana) y que era peor después de puentes o fines de semana largos, no quiero imaginarme el día de mañana.

Así que sigo con esperanzas de que me llamen de alguna otra empresa y me saquen del infierno aeronáutico. Por cierto, que no quiero decirlo muy alto, pero me he propuesto trabajar ya a fondo en mi Proyecto, a ver si yo mismo hago por salir del hoyo. Porque ya sabéis que qui se ipse iuvare non vult, auxilia aliorum non meret, vamos, que si no haces por ayudarte tú mismo, no mereces que te ayuden. En unos meses todo esto habrá pasado. :)