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miércoles, 25 de febrero de 2009

A palabras necias, oídos sordos.

Y como a palabras necias, oídos sordos, pasamos de todo lo que está fuera de lugar estos días. Veremos hasta dónde llega mi indolencia, pero estoy muy dispuesto a comprobarlo.

¿Creéis en la casualidad? ¿o más bien en el destino?

Ayer no fui al gimnasio pero ni me hizo falta, anduve 8 km en mis botas así que hoy me duelen algo las plantas de los pies (eh, pero estos no son dolores crueles como los de los tenis, que me he dado cuenta de que siempre estoy quejándome de los pies).

Este fin de semana es la jornada de puertas abiertas del Parlamento de Andalucía, siempre he querido ir y siempre se me pasaba. Es el domingo y no sé si quedarme en Sevilla para eso, porque ya serían dos fines de semana seguidos sin bajar a Cádiz, pero también es verdad que en Cádiz seguirán de carnavales y habrá mucha gente, seguramente tenga problemas si voy en coche para aparcar y salir y eso.

Cuánta idea aleatoria.

Os dejo con la frase en latín de esta semana:
qui se ipse iuvare non vult, auxilia aliorum non meret.
Quien no quiere ayudarse a sí mismo, no merece la ayuda ajena.

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