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lunes, 28 de abril de 2008

Nunca maduramos

Como algunos sabréis, los que me conocéis de hace más tiempo, de adolescente fui una persona muy insegura y que se quería muy poco. Vamos, como el 80% de los adolescentes. Después de ciertas experiencias, uno va superando sus problemas y sus inseguridades, y acaba por ser feliz consigo mismo, por considerarse una buena persona.

El problema ocurre cuando te ves en situaciones que no se te habían presentado antes, y te das cuenta de que todo aquello no ha quedado tan atrás. Te das cuenta de que no eres tan bueno como pensabas, de que puedes herir a la gente de maneras totalmente injustas, de que con 23 años aún tienes reacciones de adolescente inseguro.

Simplemente espero estar a tiempo de no estropear nada, valorar lo que tengo y pensarlo dos veces antes de responder en todas las situaciones.

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