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lunes, 12 de julio de 2004

Incomunicado

Ayer mi móvil dejó de hacerme caso, al menos la pantalla. El teléfono en sí aún se enciende, pero en la pantalla no se ilumina ni un solo punto. Esto ha supuesto para mí algo así como un derrumbamiento moral... sin móvil no se puede hacer vida social, supongo que ya lo sabéis.
¿Alguien recuerda cuando no utilizábamos teléfono móvil? Pues yo sí, a veces me regañaban por volver a las 9 de la noche de casa de una amiga que vivía dos bloques más allá. Salíamos de casa sin posibilidad de que nos encontraran, y la gente en las discotecas se daba el número del fijo. Ahora "por seguridad", jamás pensamos en dar el número de nuestra casa...
Nos hemos acostumbrado demasiado al móvil y ahora somos totalmente dependientes. Por ahora, tengo el teléfono de mi madre... pronto tendré que comprarme otro.

"Er wordt gesleuteld aan een lamp die nooit kapot zal gaan, het wil alleen nog niet zo lukken om de vrede te bewaren" (Ruth Jacott - Vrede - NL93)

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