He visto que cuando cumplí 32 hice una entrada, cuando cumplí 33 lo mismo, y con los 34 no puse nada. Y no me extraña, visto en lo que estaba metido. Pero bueno, unos días después escribí una con lo de mi padre que —por desgracia— nos quitó el protagonismo a mí y a mi sobrina (que cumplimos casi a la vez, ella dentro de dos días).
Podría decir que es el cumpleaños que más solo he pasado, junto con el de 2007, que me encontraba en Berlín, donde tampoco conocía a nadie.
Así que despido los 34, un año que empezó mal, continuó para peor y que no se ha terminado de recuperar, aunque tengo esperanzas de que la cosa mejore en los 35. Sí, ya me leísteis hace unos días, mi vida está un poco en un hoyo, pero bueno, tendré que contar con que mejorará. Hamburgo se acabará en tres meses y luego viene la total incertidumbre, salvo que ocurra el increíble milagro de que encuentre otro trabajo.
No quiero ni pensar en lo que he aprendido de los 34, porque he aprendido bastantes cosas, pero me gustaría haberlas aprendido de maneras menos dolorosas. Pero bueno, la vida es eso, ¿no?
Así que de los 35 espero que me permitan estar bien. Con eso me basta.