Lupercales

Hoy, 15 de febrero, es el día en que se celebran las Lupercales.

Esta fiesta ayuda a alejar a los malos espíritus y a purificar la ciudad, generando salud y fertilidad para todos. Es dirigida por los lupercos, los sacerdotes de Fauno que, después de sacrificar dos machos cabríos y un perro, cortan tiras (llamadas februos) de las pieles de estos animales y las utilizan para azotar a la gente que se encuentran por la calle mientras corren vestidos con dichas pieles.

Por supuesto, las chicas y mujeres en edad fértil hacen lo posible por encontrarse con los lupercos, pues sus azotes les aseguran fertilidad y las previenen de los dolores del parto.

Esta festividad es una de las más importantes del Imperio, y por ella recibe el mes de febrero su nombre.

Catetadas cañaíllas: el periódico Información San Fernando

Lo siento, me repito si vuelvo a decir que amo a San Fernando, que es mi ciudad y es especial, blablabla, pero es que cada vez que me encuentro catetadas como ésta, mi alma vomita un poco.

Esta vez viene de parte del único diario de la ciudad, Información San Fernando:

La empresa que tiene que rehabilitar la Iglesia Mayor no coge el teléfono

por increíble que parezca, esto es un titular.

Otros titulares de hoy:
- El alcalde intenta comparar el Diez con la Olimpiada del 92 y la Expo de Sevilla
- El granito rosado de calle Real resalta las siluetas de excrementos caninos

A decir verdad, no sé si me indigna más que sean catetos o que hagan politiqueo en su periodicucho, pero es una lástima que este sea el único periódico de la ciudad. Menos mal que siempre nos quedará la minúscula sección cañaílla de La Voz de Cádiz.

Errores

Por mi forma de ser, siempre me estoy quejando y lamentando por las cosas que he hecho mal.

Pero, aunque suene a tópico, una cosa es cierta, y es que me alegro de haber cometido todos esos errores, porque son los que me han traído hasta ti.

Gracias por hacerme tan feliz y enseñarme tantas cosas.

Reconocimiento

Resulta que ayer tuve que pasar un reconocimiento médico. Ya lo pasé cuando entré en la empresa, pero al parecer caducan y ayer me tocó volver a pasarlo.

Siempre es una ocasión para poner a prueba al personal sanitario (médicos y enfermeros), que siempre la catean (xDDD). No es por desmerecer a los médicos y enfermeros en general, pero podría hacer un acúmulo de reacciones distintas cuando les digo que tengo una hemoglobinopatía.

La de ayer fue muy fabulosa. Una enfermera rellenando un cuestionario con mis datos:

Enfermera: ¿Y padece usted alguna enfermedad o trastorno?
Daniel: Enfermedad no, pero tengo una hemoglobinopatía.
Enfermera: Bien. ¿Y se la controla?
Daniel: [no sé si echarme a reír, pero creo que mejor no] mmm... bueno, es que es algo que está ahí, es heredado y no cambia.
Enfermera: ¿Pero se hace análisis regularmente para controlársela?
Daniel: [sí, vivo con el miedo de que mis glóbulos rojos monten una fiesta] no, verá, es que no hay que controlar nada, no cambia con el tiempo.

En fin, yo comprendo que una hemoglobinopatía no es algo que tenga todo el mundo, pero tampoco es taaaan rara. Entre eso, la de veces que me tuvieron que poner las chuponas para el electrocardiograma porque no daban señal, y la publicidad descarada para que usara sus servicios dentales, la Policlínica Los Remedios se cubrió de gloria.

Música: Erica Magdaleno - Soul survivor. Lo sé, no es ninguna joya de la música, pero me trae recuerdos eurocajoneros.

Incomodidad

Hay días en los que, a pesar de que no te ha pasado nada, te encuentras sin ganas de moverte, de aprovechar el tiempo. Eso me ha pasado a mí hoy. Es una situación un tanto desagradable, pero por suerte pasajera.

Y sin embargo, por algún motivo, algo me dice que a partir de ahora todo irá a mejor.
Ya os lo iré narrando.