sábado, 26 de septiembre de 2009

Canciones especiales (III): Shakira

Como ya ocurrió con los dos primeros episodios de esta serie (LaPau y EBS), venía en el coche oyendo discos de Shakira y se me ocurrió hablar sobre ella aquí, en mi blog.

Conocí a Shakira con su tercer disco, el de Pies descalzos, pero no le di importancia hasta el primer single de su cuarto disco, Ciega, sordomuda, que me pilló en una época en la que estaba empezando a descubrir la música pop (mi infancia está marcada por un rechazo a la música por motivos que no vienen a cuento), en 1998. Ahí me gustaba y empecé a seguirla, pero una de mis hermanas fue más lejos y se hizo fan acérrima de ella.

Es decir, que esos dos discos los conocí más o menos a la vez, y para mí tienen un valor especial, no sólo por la época en la que los viví, sino por lo llano de sus canciones, característica que se ha ido manteniendo hasta hace unos años. No sólo llanas, sino en muchos casos incluso cómicas, como en una de mis favoritas, Te espero sentada.
Te espero sentada en la esquina de siempre, y más arreglada que si fuera un viernes
Sin ninguna cita hecha previamente, pero con la plena intuición de verte. (...)
Mis manos las guardo porque tengo frío, y se sienten raras dentro del bolsillo.
Ha pasado ya más de una hora y media, y no has aparecido, me falló mi instinto.
Pero es que mi instinto no sabe de amores.

El cuarto disco, ¿Dónde están los ladrones?, tiene un sonido algo más comercial, pero continúa la línea del anterior, aunque sus letras me parecen mucho más románticas.
No creo que el mar algún día pierda el sabor a sal,
no creo en mí todavía, no creo en el azar.
Sólo creo en tu sonrisa azul, en tu mirada de cristal,
en los besos que me das, y en todo lo que digas.

En el mismo disco se incluyen dos canciones muy, muy bonitas pero igualmente tristes: Inevitable, que fue un éxito muy sonado, y la menos conocida Sombra de ti. Ésta última me parece especialmente emotiva y la oigo a menudo cuando me encuentro bajo de ánimos.

El quinto álbum de estudio fue su salto al mercado estadounidense. Servicio de lavandería (2001), a pesar de que estuvo lleno de críticas, me parece también un buen disco, a pesar de estar introducido por un single muuuuy fácil que vaticinaba en lo que se convertiría su carrera posteriormente. De él rescato, sobre todo, Poem to a horse, por su crudeza y su tema resignado, y Que me quedes tú por lo bonito de su letra.
Que se arruinen los canales de noticias, con lo mucho que odio la televisión,
que se vuelvan anticuadas las sonrisas y se extingan todas las puestas de sol.
Que se supriman las doctrinas y deberes, que se terminen las películas de acción,
que se destruyan en el mundo los placeres, y que se escriba hoy una última canción.
Pero que me quedes tú, me quede tu abrazo, y el beso que inventas cada día.
Que me quede aquí después del ocaso, para siempre tu melancolía.
Porque yo sí que dependo de ti,
si me quedas tú, me queda la vida.
Cuatro años después salió el sexto, Fijación oral Vol. 1 (2005), el último que para mí tiene interés musical. De nuevo precedido por un single fácil y prescindible (La tortura), y rematado por la secuela del disco, que tuvo tan poco éxito que tuvo que reeditar para meter otro single fácil y prescindible (Hips don't lie). A pesar de todo, aún deja entrever que su interior de cantautora sigue vivo, a pesar de su nueva personalidad prefabricada.
Ya me cansé de besar ranas en vano, el príncipe azul jamás no encontré.
Y así llegaste tú, devolviéndome la fe,
sin poemas y sin flores, con defectos, con errores, pero en pie.

Después de eso, la verdad, Shakira me ha decepcionado por su evolución. Puede ser nostalgia o resistencia al cambio, pero sinceramente creo que la Shakira de los años 90 era mucho mejor que la actual. Sobre todo porque antes era distinta, original... y ahora es una Beyoncé que no ha ido a la playa.

Así que cierro con una canción genial de su tercer disco, Se quiere, se mata.



Pero si a la hora del té nada pasa, sólo te irás lejos de casa,
por haber traído un habitante más a engrosar esta podrida ciudad,
donde lo que no se quiere, se mata.

No hay comentarios: